La Ordenanza de Convivencia ha logrado la “desaparición de los macrobotellones”

07/11/2016 - 12:35 Pedro Manuel Sanz

“En la actualidad la práctica es esporádica”, relata la teniente de alcalde y concejal de Seguridad, Encarnación Jiménez, quien asegura, además, que “el tiempo nos está dando la razón de que la medida fue acertada. Hemos visto que otras ciudades han optado por medidas totalmente contrarias que, lejos de ser una solución, han sido un grave problema”.

La Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana ha logrado reducir considerablemente, en concreto en un 32 por ciento, las denuncias por los comportamientos incívicos o vandalismo en la ciudad de Guadalajara desde que la misma entrara en vigor en octubre de 2009. Así, se han reducido en más de la mitad, en concreto un 52,35 por ciento, las denuncias por la realización del denominado botellón, disminución que llega a un 64,47 por ciento si se trata de las llamadas que han realizado los guadalajareños a la Policía Local por quejas y molestias debido al consumo de bebidas en la vía pública.

Han pasado siete años desde que en octubre de 2009 entrase en vigor la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana y los datos reflejan que la apuesta del equipo de Gobierno de Antonio Román por regular en una Ordenanza las infracciones derivadas de comportamientos incívicos o molestias a los ciudadanos ha sido efectiva. Año tras año han disminuido estos comportamientos y las molestias a los guadalajareños. Así, la reducción en las denuncias por el incumplimiento de la Ordenanza ha alcanzado un 32 por ciento. Así, de las 439 denuncias presentadas en 2009 se han pasado a las 299 que se registraron en 2015.

“Fue una ordenanza pionera en la adopción de estas medidas, que hemos visto que ha servido de modelo en muchísimas localidades de nuestro país”, destaca la teniente de alcalde de la ciudad y concejal de Seguridad, Encarnación Jiménez.

Las denuncias y las llamadas se han reducido en todas las áreas que contempla la Ordenanza. Así, en cuanto a vandalismo, en 2009 hubo 90 denuncias y 288 llamadas a la Policía Local, mientras que en 2015 se registraron 43 denuncias y 186 llamadas. En cuanto a la alteración del orden en la vía pública, se efectuaron 36 denuncias en 2009 y 29 en 2015; 75 llamadas de quejas vecinales en 2009 y 52 en 2015.

“El botellón ya es esporádico”
La Ordenanza también contempla la asistencia a etílicos, que también se ha reducido considerablemente (124 asistidos en 2009 y 60 en 2015). En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública se han pasado de las 319 denuncias efectuadas en 2009 a las 152 en 2015, o de las 259 llamadas vecinales en 2009 a las 92 en 2015.

Por último, en cuanto otro tipo de comportamientos especificados en la normativa como ofrecer, negociar, solicitar o practicar servicios sexuales retribuidos, o practicar la mendicidad de forma agresiva o intrusiva “están técnicamente erradicados en la ciudad”, resalta Jiménez.

Por todo ello, la teniente de alcalde y concejala de Seguridad realiza un “balance satisfactorio” de la trayectoria de esta Ordenanza de Convivencia. “Consideramos que en cuanto al botellón, que fue la medida más llamativa y criticada por algunos responsables políticos en su momento, podemos decir que los macrobotellones organizados han desaparecido y que en la actualidad la práctica es esporádica, sobre todo con menores de edad y en lugares poco frecuentados”, relata Encarnación Jiménez, quien asegura, además, que “el tiempo nos está dando la razón de que la medida fue acertada. Hemos visto que otras ciudades han optado por medidas totalmente contrarias y también hemos comprobado que, lejos de ser una solución, han sido un grave problema. Toda la ciudad debe sentirse orgullosa de este hecho”.

Cursos sustitutivos a las sanciones
La Ordenanza de Convivencia permite la realización de cursos y acciones formativas como sustitución a las sanciones pecuniarias de la misma. Cabe destacar que, por ejemplo, la multa por hacer botellón en el casco histórico de la ciudad oscila entre los 750 y los 1500 euros, y a partir de 210 euros, si el botellón se realiza fuera del casco histórico.

Los cursos están destinados, sobre todo, a los jóvenes menores de edad, y se han celebrado durante tres sábados de octubre. Han participado 40 jóvenes denunciados previamente por distintas infracciones de la Ordenanza de la Convivencia, y han consistido en acciones informativas sobre convivencia, drogodependencia, alcohol, seguridad vial, medioambiente. A los mismos también acuden los padres de los menores. Desde 2009 han asistido a estos cursos 360 jóvenes.