La Plataforma Feminista denuncia un caso de desprotección de una menor hija de una mujer víctima de violencia machista
La madre, una joven de la provincia de Guadalajara, no sabe nada de su hija, de 21 meses, desde que se la llevó su padre el 18 de septiembre.
La Plataforma Feminista ha denunciado un caso de lo que consideran indefensión de una mujer víctima de violencia de género y de desprotección de una menor. Se trata de Jeyme García, madre de una niña de 21 meses, de la que no sabe nada desde el 18 de septiembre, momento en el que el padre se la llevó de la guardería.
Jeyme ha acudido a todos los servicios que trabajan contra la violencia de género y la protección de las víctimas, la Guardia Civil, la Policía Nacional, el Instituto de la Mujer, Servicios Sociales, y los juzgados, y la respuesta que ha recibido es la misma: nadie puede hacer nada, explicaba ante los medios visiblemente emocionada.
Todo ello a pesar de que la Policía Nacional identifica el caso como violencia de género, del temor de la madre a que la niña pueda estar sufriendo malos tratos y de su convencimiento de que está siendo utilizada por el padre para hacerle daño. Los malos tratos por parte del que era su pareja comenzaron, según explica, cuando se quedó embarazada y su pareja le pidió que abortara, pero ella siguió adelante.
Cuando el padre se llevó a la niña, la madre presentó ante el juzgado una demanda de medidas urgentísimas pidiendo poder ver a su hija, pero la vista ha sufrido dos aplazamientos a petición de la parte contraria. La próxima está fijada para el 21 de enero. Para entonces llevará cuatro meses sin saber nada de su hija, ni donde está, ni en qué situación se encuentra, y lo que ella subraya: su hija no puede estar con su madre.
La Plataforma Feminista acompaña a esta madre en sus reivindicaciones y considera que la lentitud de la justicia y la falta de perspectiva de género en las leyes son factores fundamentales de que se produzca esta indefensión.
La madre ha pedido en reiteradas ocasiones a la Policía y a la Guardia Civil que al menos investigue el estado de su hija y su lugar de residencia, argumentando sus temores en base a la persecución y amenazas que ha recibido de su expareja, utilizando en ocasiones a la menor, y alegando el principio de protección de los menores, pero tampoco en eso ha encontrado apoyo.
Todos reclaman para poder actuar una decisión judicial, decisión que no llega por los plazos que maneja la justicia y por las maniobras utilizadas por el padre para retrasar el proceso, según entiende la Plataforma.
La madre afirma que se trata de un incumplimiento del régimen de visitas acordado entre las parte y al cual, con sus más y sus menos, ambos progenitores se han acogido hasta que el padre decidió llevarse a la niña. Sin embargo, hay un detalle legal en el que se apoyan las instituciones para no actuar, y es que este acuerdo no está ratificado legalmente. “La Guardia Civil dice que si no tiene una sentencia judicial no actúa, pero ya ha habido una sentencia del Tribunal Supremo que dice que un acuerdo entre partes, aunque no haya sido ratificado en el juzgado, tiene el mismo valor de un contrato”, explica María Eugenia Blanco, de la Plataforma Feminista. “Aquí lo que hay es una medida de un señor que se ha llevado a su hija de manera unilateral, incumpliendo los propios acuerdos que había alcanzando e impidiendo no solo el contacto entre la madre y su hija y la hija y su madre, sino que está utilizando a la menor para angustiar a la madre… Es un acto claramente de violencia, y ante este acto ¿cómo responde el sistema?, pues con un plus adicional: no me preocupo de la menor, no sé cómo está la niña y ya se resolverá”, añade.
Mientras llega el señalamiento del día 21 de enero, Jeyme ha solicitado que se tomen medidas cautelares que le permitan ver a su hija, y confía en que esta resolución sea positiva y llegue pronto. Desde el 18 de septiembre solo tiene contacto con su hija a través del teléfono y para ello tiene que acudir a la Policía para que el padre atienda la llamada y le permita hablar con su hija.
La Plataforma Feminista ha sacado este caso a la luz para denunciar la indefensión en la que se encuentran las mujeres víctimas de violencia machista y sus hijos, porque el sistema no funciona. “El sistema le ha fallado a Jeyme y a su hija. ¿Alguien se ha preocupado por la niña? ¿Dónde está el interés del menor como principio básico?”, se preguntan, y han solicitado reuniones con el teniente coronel de la Guardia Civil en Guadalajara, el comisario jefe de la Policía Nacional y el juez decano de Guadalajara.