La reforma fiscal

El Consejo de Ministros del pasado viernes analizó los detalles de la reforma tributaria que entrará en vigor en 2015 y que se aplicará de forma progresiva en dos años. Hacienda ha publicado para consulta pública el texto antes de redactar el proyecto de ley y el ministro, Cristóbal Montoro, ha explicado la reforma fiscal que prevé rebajas en el IRPF, en los tipos de gravamen del ahorro, incluye ayudas familiares y un menor tipo en el Impuesto de Sociedades. Además se luchará contra el fraude con la publicación de la lista de morosos y un nuevo procedimiento inspector. Trabajadores, empresas y familias saldrán beneficiadas de una reforma que supondrá un coste de 9.000 millones de euros y que cumple con la promesa electoral de bajar impuestos a la que ha faltado durante casi tres años el Gobierno de Rajoy. Veinte millones de contribuyentes contarán con más renta disponible en 2015, se crean nuevas figuras de protección para las familias numerosas o con personas dependientes, se fomentará el ahorro y la inversión y se asfixiará menos a las empresas lo que potenciará el empleo y la competitividad.

Además habrá dos créditos extraordinarios para poner en marcha el plan Pive 6 y proyectos en I+D. Suena bonito, pero cabe preguntarse si se dan las condiciones oportunas para asumir las consecuencias de una menor recaudación por parte de las arcas del Estado o es la proximidad de las elecciones lo que aconseja dar aire al ciudadano para después volver con reajustes. Para el Gobierno tener esos 9.000 millones menos no significa que se deje de gastar esta cifra aunque no explica muy bien cómo se consigue eso. El PSOE advierte de que no gustará a los jefes europeos y que necesariamente implicará recorte de gasto para cumplir el objetivo del déficit. Sin embargo, implícitamente reconoce que hay un beneficio directo para los ciudadanos al calificarlo de electoralismo. Si las medidas buscan ganar votos es porque son positivas o al menos agradables para los electores. La reforma puede suponer un impulso a la economía necesitada de medidas de dinamización, de nuevas tendencias.