Las barbas de Obama

03/11/2010 - 00:00 Fermín Bocos

La mayoría de los expertos en política norteamericana apuntan que el castañazo que se ha pegado el presidente Obama en las elecciones celebradas allí son un castigo de los electores al Gobierno por no haber conseguido reducir los niveles de paro. El desempleo ronda el 10 por ciento, alrededor de 16 millones de personas. El mensaje es inequívoco: la gente opina a partir de lo que mejor percibe, en este caso, lo que tiene más cerca: el paro como heraldo indeseable de una crisis económica que no remite pese al billón de dólares que el Estado ha invertido reflotando algunos bancos y determinadas empresas. Lo que pesa, lo que influye, lo que, en suma, determina la dirección del voto es la economía, lo que afecta al bolsillo y por extensión al porvenir y la seguridad del personal. Y eso que Estados Unidos mantiene abiertas dos guerras, una en Iraq y otra en Afganistán, y son muchas las familias que conocen la angustia de las vigilias en espera de noticias de los soldados destacados en frentes tan lejanos. Obama prometió mucho y ha podido hacer poco. En relación con Iraq llegó a comprometer una retirada escalonada que ha sido anunciada pero que todavía no se ha producido. Lo de Afganistán, va para largo. Pero, ya digo, según todos los análisis, lo que le ha pasado factura a Obama no han sido las guerras, ha sido el paro. Que tome nota Rodríguez Zapatero por aquello de que cuando las barbas del vecino veas remojar, etc... Aquí, esa reacción de castigo puede producirse en las elecciones municipales de mayo. Al tiempo. . . ..