Las fiestas de Guadalajara
13/09/2015 - 23:00
El Pobre de mí puso fin anoche a nueva y multitudinaria celebración de la Semana Grande de Guadalajara. Las ferias y fiestas caben ser calificadas de éxito por la participación masiva en la mayoría de los actos programados y la presencia de numerosas personas a todas horas por las calles de la ciudad, además, con un tiempo muy favorable. Los encierros taurinos han resultado limpios, rápidos y tan sólo con dos heridos leves por asta de toro. El capítulo de incidencias o sucesos, pese a las multitudes congregadas y el abuso de alcohol propio de estos días, tampoco deja, por fortuna, grandes titulares. La feria taurina, con nueva empresa en el Coso de las Cruces, se ha saldado también de manera positiva incluyendo el indulto de un toro, generoso a juicio de los entendidos, y varias puertas grandes. El concierto de Bustamante resultó un gran acierto reuniendo doce mil personas en las pistas de la Fuente de la Niña. La procesión de la Virgen de la Antigua fue seguida por un número impresionante de personas, el desfile de carrozas gustó, el Día de la Bicicleta fue una gran fiesta y los numerosos actos organizados para los más pequeños de la casa tuvieron seguimiento. Seguridad y limpieza han funcionado a la perfección y está bien felicitar este lunes al Ayuntamiento por la organización de las fiestas. El problema, sin embargo, subyace. En el encierro de este domingo, dos peñas clamaron, No al ferial y en las celebraciones de los festejos de la plaza también hubo alusiones de las peñas descontentas con su nueva ubicación fuera del centro de la ciudad. El toro de fuego, los tributos y verbenas han sido alguna de las medidas para intentar mantener el ambiente festivo en el nuevo ferial en las horas más nocturnas, pero el nuevo modelo de las fiestas, desde el traslado de Adoratrices, no termina de cuajar. Los ciudadanos prefieren el parque de la Concordia y San Roque. Es necesario el diálogo entre peñistas, asociaciones de vecinos, ayuntamiento y grupos municipales para encontrar la fórmula que contente a la mayoría.