Literatura y vida

19/01/2018 - 20:14 Jesús de Andrés

Literatura y vida es el acertado lema adoptado por la Diputación Provincial para difundir los atractivos turísticos de Guadalajara.

Al poco de fallecer Augusto Monterroso, el gran escritor latinoamericano, se publicó un libro con textos de su cosecha de difícil catalogación (ensayos, reflexiones, apuntes, conferencias, autobiografía…) titulado Literatura y vida. En esos escritos reflexionaba sobre la literatura –con tantos géneros fronterizos, tan pegada a la imaginación– y la realidad de cada cual, ámbito en el que confluyen la existencia y la verdad. Indisolubles, literatura y vida forman parte de un mismo ser. La vida requiere de relatos que le den sentido; la literatura necesita a la vida como su materia prima.
    Literatura y vida es el acertado lema adoptado por la Diputación Provincial para difundir los atractivos turísticos de Guadalajara, cuyo primer capítulo se presentará en la Feria Internacional de Turismo (FITUR). En torno a tres libros, el Cantar de mio Cid, Viaje a la Alcarria y El río que nos lleva, todos ellos relacionados con la provincia, se plantea un viaje a nuestra tierra que va más allá de la mera visita de monumentos y del disfrute de los sentidos. La literatura tiene la capacidad de convertir en símbolo el paisaje, de conformar una memoria que pasa a ser la biografía de un territorio. Gracias al anónimo autor del Cantar, a Camilo José Cela y a José Luis Sampedro, nuestra provincia tiene un paisaje literario, forma parte de una geografía que está en los libros pero es vida a la vez. Su mirada ha creado un mundo reconocido internacionalmente, ha cambiado nuestra fisonomía y nos ha puesto en el mapa.
    Son muchos los autores y títulos vinculados con nuestra provincia. Recogiendo la cosecha de la ruta del Cid así como de los recientes centenarios de Cela y Sampedro, se ha decidido tomar este camino. No cabe sino congratularse por ello. Guadalajara carece de grandes monumentos, su personalidad –de pura modestia– está por definir y el potencial en este sentido es grande. Un título como Viaje a la Alcarria, obra cumbre de los libros de viajes –escrito por un premio Nobel, para más inri– es una bendición que hay que aprovechar. Y lo mismo puede decirse del recorrido junto a los gancheros por el Alto Tajo de José Luis Sampedro o de un clásico de nuestra literatura como el Cantar. José Manuel Latre lo ha visto claro y ha apostado por ello, con vocación de continuidad. Más allá de presentar inconexamente nuestros recursos turísticos, el lema elegido unifica y define, permitiendo incorporar otras rutas literarias en el futuro. A partir de ahí queda mucho trabajo por realizar, pero nada hay más importante que tener claro un proyecto y comenzar con unos buenos cimientos.
    La literatura que nos define, la esencia de esas rutas y de los lugares por los que transcurren, dará paso al disfrute de la vida: de la naturaleza, de los monumentos, de la gastronomía, del vino, del paisaje y del paisanaje… Si el idioma español ha conformado la gran patria a la que pertenecemos, la literatura ha creado nuestra particular patria local. Que la literatura sea vida en Guadalajara.