Los apellidos del empleo

27/08/2018 - 17:02 Redacción

El empleo sigue siendo el gran caballo de batalla de cualquier administración. Aunque los empresarios no se cansan de repetir que son ellos los que, en definitiva, crean empleo, a nadie se le escapa que los gobiernos tienen muchas herramientas para impulsar o retraer el mercado laboral. Por ello, en épocas de crisis, como la que se supone que estamos abandonando, es muy importante contar con gobiernos y empresarios en el mismo bando. Los resultados pueden ser más que positivos. El viernes conocimos, sin ir más lejos, la gran inversión que ha realizado el actual Ejecutivo regional para impulsar la economía y el empleo en Azuqueca: más de 5 millones de euros que sin duda habrán conseguido que más de un vecino consiguiera un contrato laboral. Cuando se está en el paro, más aún si es del que tiene el apellido ‘de larga duración’, firmar un contrato, madrugar para ir al trabajo y recibir a fin de mes un sueldo bien merecido, es la mejor de las loterías. No podemos olvidarnos de los sectores que peor lo han pasado durante estos años difíciles: los mayores de 55. Expulsados del mercado laboral a pesar de su experiencia, han podido recurrir, por suerte, a programas como Garantía+55, puesto en marcha por el Gobierno regional para aprovechar el talento y la sabiduría de estas personas. Con todo, desde la Junta de Comunidades se han destinado 13 millones a este plan en el conjunto de la región. También recientemente conocimos la estimación que hacen los sindicatos de la próxima vendimia. Calculan que generarán entre 750.000 y 900.000 jornales en Castilla-La Mancha, una cifra a tener en cuenta, dado que sin duda aliviará las cifras del desempleo. El trabajo, por tanto, es esencial para la vida. Pero también la calidad del mismo. Porque los sindicatos ya están alertando de las condiciones de trabajo de las personas que, en este caso, se dedican a vendimiar. Se aspira, por tanto, a salir reforzados de esta crisis. Eso significa más, pero también, mejor empleo. Porque no se puede sostener la economía nacional a fuerza de empequeñecer los salarios. El reparto de la ganancia ha de ser equitativo.