Los emigrantes son el primer donante mundial en África
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
COOPERACIÓN
Aportan un total de 40.000 millones de dólares en remesas
Un estudio, presentado el pasado mes de octubre en Túnez por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y hecho público esta semana por la oficina en Dakar de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que los alrededor de 30 millones de africanos repartidos por el mundo envían a sus países alrededor de 40.000 millones de dólares (29.500 millones de euros).
Estas cifras, según el informe, superan a las inversiones extranjeras directas y a las ayudas oficiales al desarrollo, sumadas ambas. En cerca de 40 países, los envíos de los emigrantes representan hasta el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y en algunos casos representa hasta el 24 por ciento. Dos terceras partes de estos fondos se destinan a las zonas rurales, de las que proceden muchos de los emigrantes.
No obstante, el estudio llama la atención sobre una serie de problemas que impiden que estos fondos reviertan en beneficio de las sociedades africanas de las que proceden los emigrantes, de manera que la mayor parte de este dinero se destina al consumo y no a la producción.
Aparte de la propia incertidumbre respecto al montante total de las cantidades enviadas, el principal problema son los altos costes que deben pagar los emigrantes por transferir los fondos a sus países, unos costes que han tendido a disminuir para los asiáticos o los latinoamericanos y a aumentar para los africanos.
Dos empresas como Western Union o Money Gram, que controlan entre ambas hasta el 65 por ciento de las transferencias, pueden cobrar en comisiones hasta el 25 por ciento de las cantidades transferidas, según el informe. Como consecuencia de ello, se estima que entre el 40 y el 70 por ciento de las transferencias se hace por vías informales.
La cumbre del G8 celebrada en Aquila (Italia) en julio de 2008 se comprometió a reducir en un 50 por ciento las comisiones a las transferencias en un plazo de cinco años.
La principal causa de estas altísimas comisiones está relacionada con el escasísimo número de oficinas de desembolso existentes en África. En todo el continente hay el mismo número que en México, cuya población representa una décima parte de la toda África.
No obstante, el estudio llama la atención sobre una serie de problemas que impiden que estos fondos reviertan en beneficio de las sociedades africanas de las que proceden los emigrantes, de manera que la mayor parte de este dinero se destina al consumo y no a la producción.
Aparte de la propia incertidumbre respecto al montante total de las cantidades enviadas, el principal problema son los altos costes que deben pagar los emigrantes por transferir los fondos a sus países, unos costes que han tendido a disminuir para los asiáticos o los latinoamericanos y a aumentar para los africanos.
Dos empresas como Western Union o Money Gram, que controlan entre ambas hasta el 65 por ciento de las transferencias, pueden cobrar en comisiones hasta el 25 por ciento de las cantidades transferidas, según el informe. Como consecuencia de ello, se estima que entre el 40 y el 70 por ciento de las transferencias se hace por vías informales.
La cumbre del G8 celebrada en Aquila (Italia) en julio de 2008 se comprometió a reducir en un 50 por ciento las comisiones a las transferencias en un plazo de cinco años.
La principal causa de estas altísimas comisiones está relacionada con el escasísimo número de oficinas de desembolso existentes en África. En todo el continente hay el mismo número que en México, cuya población representa una décima parte de la toda África.