Los vecinos de Bailén piden a la Junta que arregle las grietas
29/10/2012 - 11:56
Los vecinos del número 2 de la plaza de Bailén llevan años sufriendo los inconvenientes de tener paredes y techos surcados por grietas. Según ellos, el origen está en las obras de construcción de la sede de la delegación de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Al poco tiempo de comenzar las obras del nuevo edificio empezaron a detectar las primeras fisuras, pequeñas en un principio pero convertidas actualmente algunas en grandes agujeros en la pared. Por otras entra el frío y la luz, afirman los afectados. Son visibles en el interior de las viviendas pero también en el exterior y algún vecino ha tenido que asumir el arreglo porque afectaban hasta el punto de no poder cerrar las ventanas, que se había desencajado.
Marisa, una de las afectadas, señala que, a pesar de que los técnicos les han indicado que el edificio no corre peligro, tienen miedo porque ven que las dimensiones de las hendiduras van en aumento.
Los vecinos consideran que la responsable es la Junta de Comunidades y le piden que asuma esta responsabilidad y adopte una solución. De momento, están a la espera de ser recibidos por el nuevo equipo de Gobierno. Cuando José Luis Condado asumió el cargo de delegado provincial solicitaron una reunión con él y le han mandado escritos informándole de la situación, pero no han recibido respuesta alguna. Y aunque con el anterior equipo socialista tuvieron algún contacto, e incluso Magdalena Valerio visitó los pisos afectados cuando era delegada de la Junta en Guadalajara, tampoco hallaron solución alguna.
Los vecinos no quieren que el problema se diluya en responsabilidades políticas de uno y otro partido que se ha sucedido al frente de la Junta, lo que quieren es una solución lo antes posible por parte de la Administración regional, convencidos de su responsabilidad.
Hace cuatro años encargaron un informe a un equipo de arquitectos cuya conclusión fue que, efectivamente, las grietas de las viviendas eran consecuencia de las obras de la vecina sede de los servicios periféricos de Bienestar Social. Sin embargo, la Administración regional también encargó el suyo y este desvinculaba las obras de los desperfectos surgidos en las vecinas viviendas.
En aquel momento, los vecinos ya advirtieron la poca credibilidad que daban a este informe porque lo había elaborado la misma empresa constructora que se encargaba de las obras de Bienestar Social. No van a tirar piedras contra su propio tejado, decían entonces, según publicó este periódico en 2010.
Las obras de construcción de la sede de Bienestar Social comenzaron en 2006 y las nuevas instalaciones se inauguraron en 2010. Desde entonces, los vecinos tienen que convivir con las grietas, que afectan a las puertas B y C del edificio aledaño, que hace esquina entre la plaza de Bailén y la calle Federico García Lorca.
Al poco tiempo de comenzar las obras del nuevo edificio empezaron a detectar las primeras fisuras, pequeñas en un principio pero convertidas actualmente algunas en grandes agujeros en la pared. Por otras entra el frío y la luz, afirman los afectados. Son visibles en el interior de las viviendas pero también en el exterior y algún vecino ha tenido que asumir el arreglo porque afectaban hasta el punto de no poder cerrar las ventanas, que se había desencajado.
Marisa, una de las afectadas, señala que, a pesar de que los técnicos les han indicado que el edificio no corre peligro, tienen miedo porque ven que las dimensiones de las hendiduras van en aumento.
Los vecinos consideran que la responsable es la Junta de Comunidades y le piden que asuma esta responsabilidad y adopte una solución. De momento, están a la espera de ser recibidos por el nuevo equipo de Gobierno. Cuando José Luis Condado asumió el cargo de delegado provincial solicitaron una reunión con él y le han mandado escritos informándole de la situación, pero no han recibido respuesta alguna. Y aunque con el anterior equipo socialista tuvieron algún contacto, e incluso Magdalena Valerio visitó los pisos afectados cuando era delegada de la Junta en Guadalajara, tampoco hallaron solución alguna.
Los vecinos no quieren que el problema se diluya en responsabilidades políticas de uno y otro partido que se ha sucedido al frente de la Junta, lo que quieren es una solución lo antes posible por parte de la Administración regional, convencidos de su responsabilidad.
Hace cuatro años encargaron un informe a un equipo de arquitectos cuya conclusión fue que, efectivamente, las grietas de las viviendas eran consecuencia de las obras de la vecina sede de los servicios periféricos de Bienestar Social. Sin embargo, la Administración regional también encargó el suyo y este desvinculaba las obras de los desperfectos surgidos en las vecinas viviendas.
En aquel momento, los vecinos ya advirtieron la poca credibilidad que daban a este informe porque lo había elaborado la misma empresa constructora que se encargaba de las obras de Bienestar Social. No van a tirar piedras contra su propio tejado, decían entonces, según publicó este periódico en 2010.
Las obras de construcción de la sede de Bienestar Social comenzaron en 2006 y las nuevas instalaciones se inauguraron en 2010. Desde entonces, los vecinos tienen que convivir con las grietas, que afectan a las puertas B y C del edificio aledaño, que hace esquina entre la plaza de Bailén y la calle Federico García Lorca.