Lugo pide declarar el estado de excepción en la zona norte para "devolver la tranquilidad" a la población
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, formalizó este jueves en el Congreso la petición de que se tramite con carácter de urgencia la declaración del estado de excepción en la zona norte del país, con el objetivo de facilitar la búsqueda de un grupo armado de izquierdas que opera en la región. El mandatario aspira a "devolver la tranquilidad a la gente".
La medida, que de aprobarse entraría en vigor en los departamentos de San Pedro, Concepción, Amambay, Alto Paraguay y Presidente Hayes, ha sido adoptada por el Gobierno tras la muerte de un agente de Policía y de tres civiles en un enfrentamiento armado en el que estuvieron involucrados miembros de esta banda de extrema izquierda que se hace llamar Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
"Queremos devolver la tranquilidad a la gente", afirmó Lugo en rueda de prensa junto a autoridades del Congreso. El presidente destacó el "sentido de coincidencia" alcanzado con los parlamentarios para devolver "la soberanía, la paz y la tranquilidad" a los cinco departamentos aludidos en la petición.
Lugo agradeció al Congreso que "en los grandes momentos de crisis" haya secundado al Ejecutivo y pidió que se dé al proyecto de ley un tratamiento urgente.
MÁS PODER PARA EL EJÉRCITO
Durante el estado de excepción, el Ejecutivo puede ordenar la detención y el traslado de personas, así como prohibir o restringir reuniones públicas y manifestaciones, según la Constitución. La medida tendría vigencia durante al menos 60 días, a menos que la captura de los miembros de la banda se produzca en un plazo menor, aseguró ayer el diputado Víctor Ríos, del Partido Liberal, aliado del Gobierno.
El presidente paraguayo reconoció hoy que la medida planteada permitiría al Ejército disponer de una "amplia libertad" en sus actuaciones y permitiría, en su opinión, que "vuelva la paz a la ciudadanía" y que "estos delincuentes del EPP sean capturados y puestos a disposición de la Justicia".
La última vez que se declaró el estado de excepción en Paraguay fue en 2002, durante el Gobierno del ex presidente Luis González Macchi, en el marco de una serie de manifestaciones en su contra que dejaron varios heridos.
El EPP estaría integrado por un centenar de personas que reivindican la lucha armada para cambiar el sistema y que operan en zonas boscosas de difícil acceso en el norte paraguayo, una región donde se producen grandes cantidades de marihuana y en la que el Estado apenas tiene el control.
"Queremos devolver la tranquilidad a la gente", afirmó Lugo en rueda de prensa junto a autoridades del Congreso. El presidente destacó el "sentido de coincidencia" alcanzado con los parlamentarios para devolver "la soberanía, la paz y la tranquilidad" a los cinco departamentos aludidos en la petición.
Lugo agradeció al Congreso que "en los grandes momentos de crisis" haya secundado al Ejecutivo y pidió que se dé al proyecto de ley un tratamiento urgente.
MÁS PODER PARA EL EJÉRCITO
Durante el estado de excepción, el Ejecutivo puede ordenar la detención y el traslado de personas, así como prohibir o restringir reuniones públicas y manifestaciones, según la Constitución. La medida tendría vigencia durante al menos 60 días, a menos que la captura de los miembros de la banda se produzca en un plazo menor, aseguró ayer el diputado Víctor Ríos, del Partido Liberal, aliado del Gobierno.
El presidente paraguayo reconoció hoy que la medida planteada permitiría al Ejército disponer de una "amplia libertad" en sus actuaciones y permitiría, en su opinión, que "vuelva la paz a la ciudadanía" y que "estos delincuentes del EPP sean capturados y puestos a disposición de la Justicia".
La última vez que se declaró el estado de excepción en Paraguay fue en 2002, durante el Gobierno del ex presidente Luis González Macchi, en el marco de una serie de manifestaciones en su contra que dejaron varios heridos.
El EPP estaría integrado por un centenar de personas que reivindican la lucha armada para cambiar el sistema y que operan en zonas boscosas de difícil acceso en el norte paraguayo, una región donde se producen grandes cantidades de marihuana y en la que el Estado apenas tiene el control.