Maratonianos

16/06/2017 - 17:47 Jesús de Andrés

Un año más se dejará ver el Lobo (emblema y símbolo de los cuentos tradicionales; de Guadalajara, donde tiene una montaña, y –ojalá- del Maratón).

Regresa la palabra a las calles de Guadalajara, a las plazas y a los colegios, a los parques y a su Palacio, vuelve por estas fechas la alegría de los cuentos, la fiesta de júbilo y versos, de personajes inventados y situaciones imposibles, de historias, quimeras e ilusión. Reaparece la fantasía anunciando el verano, la imaginación que dicta las horas y nos sustrae de la congoja, que aleja el dolor, los relatos que crean vida, el humor que da sentido a las cosas y nos hace más humanos. Vuelve de nuevo el Maratón, que como todo el mundo sabe en la Alcarria, no es una prueba de atletismo sino parte de nuestro ser colectivo, metáfora de un corazón.
    Y con él la ciudad vuelve a ser protagonista por un buen motivo, por una causa compartida por los vecinos, por una razón que cumple todos los requisitos para ser símbolo de lo que somos y queremos ser: positivo, respetuoso, compartido, con valores en común que nos identifican, auténtico y real. Se trata de una fiesta autóctona, inventada aquí, un maratón que se alarga en el tiempo, que es prueba de resistencia y fortaleza, una actividad que fluye, que deja palabras flotando en el aire, que es magia, misterio y, a la vez, realidad. Una larga carrera sin meta por una pista asfaltada de cultura y sueños, en la que pequeños y mayores se dejarán embrujar una vez más por fábulas y leyendas. Una competición sin rivales en la que, acunados por la literatura, los corredores viajarán –y nos llevarán consigo- a otros mundos que, como bien decía Paul Éluard, sin embargo están en este. Una gesta cantada por trovadores envueltos en ficción que nos harán disfrutar de la narración oral.
    Un año más se dejará ver el Lobo (emblema y símbolo de los cuentos tradicionales; de Guadalajara, donde tiene una montaña, y –ojalá- del Maratón). Pinocho nos saludará en la puerta y Alicia paseará por la calle Mayor. Por los jardines del Infantado un conejo vestido con traje y sombrero mirará su reloj y dirá que llega tarde. Andersen, Calleja, los hermanos Grimm y Perrault buscarán dónde sentarse y Cenicienta se escapará para llegar a tiempo en su carroza. Garbancito dejará piedras para regresar sin perderse, Peter Pan vendrá con Wendy y los tres investigadores acompañarán a Tadeo Jones. Pippi Calzaslargas se acercará montada en su caballo de lunares, con el señor Nilsson sobre sus hombros, y no faltarán Gulliver, el capitán Nemo, Pétala, Heidi, Tintín ni el mago de Oz.              
    Tras recorrer con el Maratón Viajero algunos pueblos de la provincia, llega al fin a Guadalajara. Disfrútenlo si les es posible: de lo mucho o poco que tenemos, es de lo mejor. Feliz Maratón de los Cuentos.