Marear la perdiz de la gestión política
25/07/2011 - 00:00
El candidato socialista a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha admitido en una entrevista en la emisora catalana RAC 1 que España atravesó la semana pasada una situación muy difícil en términos económicos. Lo dice una semana después de que todos los economistas y los políticos lo hayan recalcado. España estuvo a punto de ser intervenida, de seguir los mismos pasos de Grecia, por mucho que se nos hubiera dicho lo contrario desde el Gobierno, de que se contara que España estaba cumpliendo con los requisitos establecidos por la Unión Europea para combatir el déficit. Sin embargo, todos respiramos aliviados y no precisamente por el realismo de última hora del candidato Rubalcaba, sino porque tendría implicaciones nefastas para nuestra economía, ya que entraría aún más dentro del círculo vicioso de la deuda. Supondría que los sueldos públicos peligrarían, de la misma forma que las prestaciones básicas, como la sanidad o la educación. Supondría que ese dinero de la intervención lo deberían estar pagando nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, porque los especuladores se frotan las manos cada vez que un país es intervenido, es más, empujan con sus calificaciones para que esto suceda. Respiramos aliviados, sí, pero también respiraríamos aliviados si Rubalcaba comenzara la precampaña en septiembre. Que se dejen de una vez de marear la perdiz.