Mars500 cumple un año simulando un viaje a Marte
06/06/2011 - 10:59
Foto: ESA
Los dos miembros europeos de la tripulación, Romain Charles y Diego Urbina, han escrito sobre los mejores momentos, la monotonía y los ánimos del equipo durante este año. Así, Urbina ha expresado que "es increíble que haya pasado un año" y que las personas que están en el exterior "pueden intentar cómo se sienten los tripulantes si recuerdan qué estaban haciendo hace un año e imaginando cómo sería haber vivido desde entonces en el interior de una caja metálicas sin ventanas".
Por su parte, el otro tripulante europeo, Romain Charles, ha comentado que "lo peor" es la rutina diaria porque cada día "se despiertan a la misma hora para realizar las mismas pruebas médicas con los mismos aparatos". "¡No hemos tenido ni un día libre de vacaciones o un fin de semana en el último año!", ha expresado.
Además, Urbina explica que "constantemente están realizando docenas de experimentos sin importar si es un buen o un mal día", al tiempo que apunta que "tienen que esforzarse al máximo para generar resultados de calidad que ayudarán a algunos de los mejores científicos de Europa a estudiar por lo que tendrán que pasar los astronautas del futuro". Por su parte, Charles añade que "todavía tienen por delante cinco meses para aprovechar al máximo este viaje a Marte".
En lo referido a la misión, la agencia recuerda que se inició el 3 de junio de 2010 y que a finales de enero de este año la tripulación llegó a la órbita marciana, donde les esperaba un módulo de aterrizaje cargado de suministros, que "en realidad era otro módulo conectado a las instalaciones principales". Asimismo, apunta que Urbina, el investigador chino Wang Yue y uno de los dos rusos, Alexanr Smoleevskiy, se mudaron al nuevo módulo después de transferir los suministros a la nave principal. Allí, iniciaron el "descenso" hasta la superficie marciana".
"Durante su estancia en Marte, realizaron tres paseos espaciales en los que recogieron muestras del terreno, hicieron experimentos científicos y exploraron el entorno con un rover, imitando las actividades que algún día tendrán que realizar los primeros astronautas que lleguen al verdadero Planeta Rojo", explica la ESA.
También concreta que los módulos de aislamiento "reproducen hasta el último detalle de un viaje interplanetario" y que la nave está compuesta por cuatro cilindros interconectados, con un volumen total de 550 metros. Asimismo, indica que "el mayor problema de las futuras misiones de exploración interplanetaria no son necesariamente los aspectos tecnológicos, sino la interacción entre los tripulantes en un entorno tan hostil".
Además, comenta que los tres astronautas que conquistaron la superficie del planeta volvieron a la nave para emprender el viaje de vuelta el pasado 2 de marzo. Finalmente, la agencia recuerda que la tripulación acabará su misión el próximo 5 de noviembre, cuando la escotilla de los módulos de aislamiento se abra de nuevo, aunque añade que su misión se prolongará unas cuantas semanas más con pruebas médicas y reuniones para discutir los resultados de este "inusual" experimento.
Por su parte, el otro tripulante europeo, Romain Charles, ha comentado que "lo peor" es la rutina diaria porque cada día "se despiertan a la misma hora para realizar las mismas pruebas médicas con los mismos aparatos". "¡No hemos tenido ni un día libre de vacaciones o un fin de semana en el último año!", ha expresado.
Además, Urbina explica que "constantemente están realizando docenas de experimentos sin importar si es un buen o un mal día", al tiempo que apunta que "tienen que esforzarse al máximo para generar resultados de calidad que ayudarán a algunos de los mejores científicos de Europa a estudiar por lo que tendrán que pasar los astronautas del futuro". Por su parte, Charles añade que "todavía tienen por delante cinco meses para aprovechar al máximo este viaje a Marte".
En lo referido a la misión, la agencia recuerda que se inició el 3 de junio de 2010 y que a finales de enero de este año la tripulación llegó a la órbita marciana, donde les esperaba un módulo de aterrizaje cargado de suministros, que "en realidad era otro módulo conectado a las instalaciones principales". Asimismo, apunta que Urbina, el investigador chino Wang Yue y uno de los dos rusos, Alexanr Smoleevskiy, se mudaron al nuevo módulo después de transferir los suministros a la nave principal. Allí, iniciaron el "descenso" hasta la superficie marciana".
"Durante su estancia en Marte, realizaron tres paseos espaciales en los que recogieron muestras del terreno, hicieron experimentos científicos y exploraron el entorno con un rover, imitando las actividades que algún día tendrán que realizar los primeros astronautas que lleguen al verdadero Planeta Rojo", explica la ESA.
También concreta que los módulos de aislamiento "reproducen hasta el último detalle de un viaje interplanetario" y que la nave está compuesta por cuatro cilindros interconectados, con un volumen total de 550 metros. Asimismo, indica que "el mayor problema de las futuras misiones de exploración interplanetaria no son necesariamente los aspectos tecnológicos, sino la interacción entre los tripulantes en un entorno tan hostil".
Además, comenta que los tres astronautas que conquistaron la superficie del planeta volvieron a la nave para emprender el viaje de vuelta el pasado 2 de marzo. Finalmente, la agencia recuerda que la tripulación acabará su misión el próximo 5 de noviembre, cuando la escotilla de los módulos de aislamiento se abra de nuevo, aunque añade que su misión se prolongará unas cuantas semanas más con pruebas médicas y reuniones para discutir los resultados de este "inusual" experimento.
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