Martínez Fornés
Hace años que nos regala sus reflexiones en forma de Fornerías un sabio médico, académico y escritor de nombre Santiago Martínez Fornés. En su haber más de medio centenar de libros, artículos en prensa y un sinfín de conferencias. Fue discípulo de don Gregorio Marañón y estudiante del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid que este lunes le rindió homenaje como ilustre antiguo alumno. Fue el encargado de pronunciar la conferencia magistral del acto académico y su sapiencia quedará para siempre plasmada en la placa conmemorativa donde fue grabada una de sus Fornerías, esas que mensualmente publica en Nueva Alcarria, Las Tablas de Daimiel, Sanifax y la revista de la Casa de Aragón en Madrid y que son traducidas al alemán y publicadas en Neue Literatur, de la editorial Von Goethe. Además son recitadas por Emilio Javier en su programa de Radio Intereconomia y Radio Intercontinental. Es don Santiago hombre de exquisita educación y cordialidad, conversación culta, agradable y didáctica. Es académico de las Reales Academias de Medicina de Zaragoza, del Principiado de Asturias-León y de las Islas Baleares. Este periódico solo puede tener palabras de agradecimiento a su persona no solo por su columna que aporta ingenio, humor y filosofía de la vida, sino por la disposición que siempre ha tenido con el mismo. Fue en cierta ocasión el conferenciante durante la gala de premios de los Populares de Nueva Alcarria y no faltó a la invitación de la celebración del 70 aniversario del periódico, tanto a la comida como a la posterior inauguración en el Palacio del Infantado de la exposición conmemorativa. Hombre inquieto intelectualmente, curioso, pendiente de cuanto sucede en el mundo, es don Santiago de esas personas que se mantienen vitales y activas, siempre con proyectos e ilusiones pendientes que le impiden envejecer. Elegante, con esa caballerosidad a la vieja usanza, amante de su familia y cumplidor fiel con sus amistades, constituye un ejemplo en cuanto a forma de ser y actuar. Son muchos y variados los homenajes que ha recibido. Por su relevancia, una vida bien aprovechada, su colaboración con nuestro medio y en particular por la amistad que le une con mi familia, primero con mi abuelo y sus amigos comunes, ahora con mi padre, quiero en esta ocasión, recién recibida la distinción de este lunes, dejar constancia de esta figura para su conocimiento y admiración.