Mueren al menos 45 civiles por el disparo de un cohete de la OTAN
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
AFGANISTÁN
Una filtración muestra 92.000 documentos secretos del Ejército de EE UU
Al menos 45 civiles afganos, incluidos niños y mujeres, murieron la semana pasada a causa del disparo de cohete por parte de las fuerzas de la OTAN en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, según informó ayer un portavoz del Gobierno.
El hecho sucedió el viernes en el distrito de Sangin, después de que un grupo de civiles irrumpiera en el interior de una vivienda de adobe para huir de los combates entre las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y las milicias de los talibán, según informó Siyamak Herawi.
Un portavoz de la ISAF confirmó que la OTAN había llevado a cabo una operación contra la insurgencia en Sangin el pasado viernes y dijo que la Alianza está investigando las informaciones sobre las muertes de civiles. Ahora tenemos allí un equipo de evaluación, indicó el comandante Michael Johnson.
También hubo civiles heridos en el ataque, señaló Herawi, una vez concluida una investigación independiente del Gobierno afgano. La investigación demuestra que el cohete fue lanzado por la OTAN y que 45 civiles, muchos de ellos mujeres y niños, han muerto, aseguró.
Si se confirma, el incidente de Sangin estaría entre los más graves de este tipo durante la guerra. En septiembre del año pasado, al menos 30 civiles murieron en un ataque aéreo de la OTAN ordenado por las fuerzas alemanas en el norte de la provincia de Kunduz.
Documentación secreta
La página web Wikileaks ha obtenido más de 92.000 documentos secretos referentes a las acciones del Ejército estadounidense durante la guerra en Afganistán, y que detallan, entre otros aspectos, las profundas sospechas de los militares norteamericanos sobre la presunta colaboración de los servicios de Inteligencia paquistaníes con la insurgencia talibán, así como detalles sobre las operaciones de combate nunca revelados hasta el momento.
La filtración de los documentos ha sido condenada inmediatamente por la Casa Blanca, en particular por el asesor de seguridad del presidente Obama, James Jones, que la ha calificado de acto irresponsable y susceptible de poner en peligro la seguridad de las operaciones y del país.
El Pentágono anunció ayer que está revisando la filtración de documentos militares secretos sobre la guerra en Afganistán por la página web Wikileaks y que le llevará días sino semanas evaluar los posibles daños provocados por este hecho.
Los analizaremos para intentar determinar el daño potencial para las vidas de nuestros efectivos y nuestros socios de coalición, si revelan fuentes y métodos y cualquier daño potencial para la seguridad nacional, explicó el portavoz del Departamento de Defensa, coronel Dave Lapan. Será cuestión de días sino semanas, de nuevo dependiendo de si estos documentos están realmente disponibles para que puedan ser revisados, aclaró.
Por su parte, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, afirmó que los miles de documentos militares estadounidenses sobre Afganistán filtrados contienen pruebas de posibles crímenes de guerra que deben ser investigados de forma urgente.
Assange, que creó la web para sacar a la luz la conducta poco ética de gobiernos y empresas, acusó a las fuerzas norteamericanas de encubrir las bajas civiles y dijo que una buena parte de los documentos secretos respaldan tales acusaciones. Su página web publicó 76.000 informes militares que cubren la guerra en Afganistán entre 2004 y 2010, y ha prometido dar a conocer muchos más en las próximas semanas.
La página fundada por Julian Assange, que el pasado abril difundió un vídeo secreto sobre la muerte de un periodista de Reuters en una operación del Ejército estadounidense en Bagdad, ha avanzado el contenido de los documentos a tres de los diarios más importantes del mundo: el The New York Times, el británico The Guardian y Der Spiegel, de Alemania. Los informes, recogidos entre enero de 2004 y diciembre de 2009 suponen, a juicio del jefe de la sección de la investigación del Guardian, David Leigh, lo que podría ser la mayor filtración en la historia de los servicios de Inteligencia.
Un portavoz de la ISAF confirmó que la OTAN había llevado a cabo una operación contra la insurgencia en Sangin el pasado viernes y dijo que la Alianza está investigando las informaciones sobre las muertes de civiles. Ahora tenemos allí un equipo de evaluación, indicó el comandante Michael Johnson.
También hubo civiles heridos en el ataque, señaló Herawi, una vez concluida una investigación independiente del Gobierno afgano. La investigación demuestra que el cohete fue lanzado por la OTAN y que 45 civiles, muchos de ellos mujeres y niños, han muerto, aseguró.
Si se confirma, el incidente de Sangin estaría entre los más graves de este tipo durante la guerra. En septiembre del año pasado, al menos 30 civiles murieron en un ataque aéreo de la OTAN ordenado por las fuerzas alemanas en el norte de la provincia de Kunduz.
Documentación secreta
La página web Wikileaks ha obtenido más de 92.000 documentos secretos referentes a las acciones del Ejército estadounidense durante la guerra en Afganistán, y que detallan, entre otros aspectos, las profundas sospechas de los militares norteamericanos sobre la presunta colaboración de los servicios de Inteligencia paquistaníes con la insurgencia talibán, así como detalles sobre las operaciones de combate nunca revelados hasta el momento.
La filtración de los documentos ha sido condenada inmediatamente por la Casa Blanca, en particular por el asesor de seguridad del presidente Obama, James Jones, que la ha calificado de acto irresponsable y susceptible de poner en peligro la seguridad de las operaciones y del país.
El Pentágono anunció ayer que está revisando la filtración de documentos militares secretos sobre la guerra en Afganistán por la página web Wikileaks y que le llevará días sino semanas evaluar los posibles daños provocados por este hecho.
Los analizaremos para intentar determinar el daño potencial para las vidas de nuestros efectivos y nuestros socios de coalición, si revelan fuentes y métodos y cualquier daño potencial para la seguridad nacional, explicó el portavoz del Departamento de Defensa, coronel Dave Lapan. Será cuestión de días sino semanas, de nuevo dependiendo de si estos documentos están realmente disponibles para que puedan ser revisados, aclaró.
Por su parte, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, afirmó que los miles de documentos militares estadounidenses sobre Afganistán filtrados contienen pruebas de posibles crímenes de guerra que deben ser investigados de forma urgente.
Assange, que creó la web para sacar a la luz la conducta poco ética de gobiernos y empresas, acusó a las fuerzas norteamericanas de encubrir las bajas civiles y dijo que una buena parte de los documentos secretos respaldan tales acusaciones. Su página web publicó 76.000 informes militares que cubren la guerra en Afganistán entre 2004 y 2010, y ha prometido dar a conocer muchos más en las próximas semanas.
La página fundada por Julian Assange, que el pasado abril difundió un vídeo secreto sobre la muerte de un periodista de Reuters en una operación del Ejército estadounidense en Bagdad, ha avanzado el contenido de los documentos a tres de los diarios más importantes del mundo: el The New York Times, el británico The Guardian y Der Spiegel, de Alemania. Los informes, recogidos entre enero de 2004 y diciembre de 2009 suponen, a juicio del jefe de la sección de la investigación del Guardian, David Leigh, lo que podría ser la mayor filtración en la historia de los servicios de Inteligencia.