Mueren más de 50 policías en una emboscada maoísta
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
INDIA
Entre 50 y 60 agentes de Policía murieron ayer martes como consecuencia de una emboscada tendida por los insurgentes maoístas en el Estado de Chhattisgarh, en el centro de India, según un nuevo balance procedente del Gobierno local, que precisó que la cifra de muertos aún puede aumentar.
Se trata del segundo ataque de este tipo registrado este semana, pero también del más mortífero de los últimos años. El balance puede aumentar, pero de momento es de entre 50 y 60 muertos, declaró el ministro del Interior de Chhattisgarh, Nanki Ram Kanwar, a una televisión local. El pasado domingo, los rebeldes colocaron una mina terrestre que causó la muerte de diez agentes de Policía en el Estado de Orissa, en el este.
Rebeldes activos
Los maoístas son particularmente activos en las zonas rurales más remotas, las menos beneficiadas por el crecimiento económico del país, y han ampliado su influencia en el este, el centro y el sur. El primer ministro indio, Manmohan Singh, ha afirmado que los maoístas constituyen una grave amenaza para la seguridad interna.
Los rebeldes maoístas han intensificado sus ataques en respuesta a la ofensiva lanzada a finales del año pasado por la Policía en varios Estados indios. Las autoridades aseguran que esta ofensiva ha debilitado a los insurgentes por primera vez en décadas.
Miles de personas han muerto desde que los maoístas se alzaron en armas a finales de los años sesenta.
Rebeldes activos
Los maoístas son particularmente activos en las zonas rurales más remotas, las menos beneficiadas por el crecimiento económico del país, y han ampliado su influencia en el este, el centro y el sur. El primer ministro indio, Manmohan Singh, ha afirmado que los maoístas constituyen una grave amenaza para la seguridad interna.
Los rebeldes maoístas han intensificado sus ataques en respuesta a la ofensiva lanzada a finales del año pasado por la Policía en varios Estados indios. Las autoridades aseguran que esta ofensiva ha debilitado a los insurgentes por primera vez en décadas.
Miles de personas han muerto desde que los maoístas se alzaron en armas a finales de los años sesenta.