Najat El Hachmi, una joven autora en busca de la reconciliación de dos mundos
01/10/2010 - 09:45
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PREMIO LLULL
PREMIO LLULL
Con tan sólo once o doce años, Najat El Hachmi, que acaba de obtener con "L'últim patriarca" el premio Ramon Llull, soñaba con ser escritora y recrear en una página en blanco historias que surgían a su alrededor.
Ahora, con apenas 28 años, certifica que la literatura le permite unir los "fragmentos de los diferentes mundos" que siempre la han acompañado y conciliar lo que parece "irreconciliable".
Nacida en la ciudad marroquí de Nador el 2 de julio de 1979, cuando su padre ya había emigrado a Vic (Barcelona), El Hachmi aterrizó en la Cataluña catalana cuando contaba ocho años, gracias al reagrupamiento familiar.
Si bien en un principio la escritura fue un entretenimiento, con el tiempo se ha convertido en una vía para canalizar sus sentimientos respecto al hecho de pertenecer a la vez a dos lugares, así como una posibilidad para acercar los dos mundos en los que tiene sus raíces.
Aunque hoy ha querido dejar claro que "no es símbolo de nada", la obtención de este premio, el mejor dotado de las letras catalanas, la pondrá en boca de muchos y surgirán, inevitablemente, las preguntas relacionadas con la inmigración, la integración o la inmersión lingüística.
Najat El Hachmi, con la nacionalidad española desde hace un año y medio, sin embargo, dirá que, más allá de las etiquetas, ella es una mujer, que escribe, y que como madre cría a Rida, su hijo de siete años.
Con estudios de filología árabe en la Universidad de Barcelona, la escritora se casó en el año 1999, pero actualmente está separada y vive en Granollers (Barcelona), donde trabaja de mediadora cultural para el Ayuntamiento.
A la pregunta sobre por qué presentó su manuscrito al premio Llull, responde que "escribir, trabajar y ser madre es muy complicado y un premio como este siempre es importante. Ganándolo se puede respirar un poco mejor. Y es que los trabajos alimenticios a veces te pueden matar el hambre creativo", ha apostillado.
En el año 2004 publicó el libro autobiográfico "Jo també sóc catalana" (Columna), que algunos han comparado con "Els altres catalans", de Paco Candel, por las reflexiones que allí se vierten sobre la identidad y el enraizamiento a un nuevo país.
En 2005 participó en un acto del Instituto Europeo del Mediterráneo, junto con otros escritores de procedencia extranjera que utilizan el catalán a la hora de escribir como Matthew Tree, Salah Jamal, Laila Karrouch o Mohamed Chaib.
Con motivo de la Feria de Fráncfort en octubre pasado, viajó por diferentes ciudades alemanas para participar en coloquios literarios en los que ofreció su visión de la literatura catalana actual.
Además de su trabajo como mediadora, colabora en algunos medios de comunicación como Catalunya Radio, donde participa en una tertulia del programa "L'Oracle", de Xavier Graset, y ha publicado artículos en el diario "El 9 Nou" de Vic y en "La Vanguardia".
Nacida en la ciudad marroquí de Nador el 2 de julio de 1979, cuando su padre ya había emigrado a Vic (Barcelona), El Hachmi aterrizó en la Cataluña catalana cuando contaba ocho años, gracias al reagrupamiento familiar.
Si bien en un principio la escritura fue un entretenimiento, con el tiempo se ha convertido en una vía para canalizar sus sentimientos respecto al hecho de pertenecer a la vez a dos lugares, así como una posibilidad para acercar los dos mundos en los que tiene sus raíces.
Aunque hoy ha querido dejar claro que "no es símbolo de nada", la obtención de este premio, el mejor dotado de las letras catalanas, la pondrá en boca de muchos y surgirán, inevitablemente, las preguntas relacionadas con la inmigración, la integración o la inmersión lingüística.
Najat El Hachmi, con la nacionalidad española desde hace un año y medio, sin embargo, dirá que, más allá de las etiquetas, ella es una mujer, que escribe, y que como madre cría a Rida, su hijo de siete años.
Con estudios de filología árabe en la Universidad de Barcelona, la escritora se casó en el año 1999, pero actualmente está separada y vive en Granollers (Barcelona), donde trabaja de mediadora cultural para el Ayuntamiento.
A la pregunta sobre por qué presentó su manuscrito al premio Llull, responde que "escribir, trabajar y ser madre es muy complicado y un premio como este siempre es importante. Ganándolo se puede respirar un poco mejor. Y es que los trabajos alimenticios a veces te pueden matar el hambre creativo", ha apostillado.
En el año 2004 publicó el libro autobiográfico "Jo també sóc catalana" (Columna), que algunos han comparado con "Els altres catalans", de Paco Candel, por las reflexiones que allí se vierten sobre la identidad y el enraizamiento a un nuevo país.
En 2005 participó en un acto del Instituto Europeo del Mediterráneo, junto con otros escritores de procedencia extranjera que utilizan el catalán a la hora de escribir como Matthew Tree, Salah Jamal, Laila Karrouch o Mohamed Chaib.
Con motivo de la Feria de Fráncfort en octubre pasado, viajó por diferentes ciudades alemanas para participar en coloquios literarios en los que ofreció su visión de la literatura catalana actual.
Además de su trabajo como mediadora, colabora en algunos medios de comunicación como Catalunya Radio, donde participa en una tertulia del programa "L'Oracle", de Xavier Graset, y ha publicado artículos en el diario "El 9 Nou" de Vic y en "La Vanguardia".