No es propio de un estadista
Aquel que negó la crisis cuando era patente; el que llamó antipatriotas a los realistas; el mismo que se gastó el superávit heredado; el que gasto el dinero que no teníamos en Planes E, consejeros, subvenciones y otros; el que pidió cariño a los sindicatos afines; aquel que no ha tenido miedo a promover y aprobar leyes disolutorias de la sociedad; aquel que en definitiva nos ha llevado a la ruina social i económica; aquel mismo ha dado la explicación y con ella la espantada de por qué decidió adelantar las elecciones: La situación económica obligará a subir más los impuestos y no estoy dispuesto a hacerlo. No sabemos si este no estar dispuesto es por coherencia o por cobardía, yo me inclino más hacia la cobardía. De todas las maneras, no atreverse a tomar las medidas necesarias no es propio de un estadista sino de un cobarde.