Ocho días después del seísmo siguen encontrando supervivientes en China

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La agencia estatal Xinhua, portavoz de las fuentes oficiales en China, dio ayer nuevos balances de víctimas personales por el terremoto que hace más de una semana devastó Sichuan.
La cifra superó hoy la simbólica cifra de los 40.000 fallecidos, aunque se calcula que otros tantos ciudadanos podrían estar desaparecidos. La gran mayoría de ellos se encuentran bajo los escombros de los edificios que cayeron cual castillo de naipes, de donde incluso en el octavo día de rastreo se siguen extrayendo milagros con el hallazgo de supervivientes. El terremoto de ocho grados de magnitud en la escala de Richter producido el pasado 12 de mayo sigue dejando un balance de víctimas provisional, pero creciente. Las últimas estimaciones elevaron ayer a más de 40.000 el número de muertos y a 247.645 el de heridos. Además, las autoridades lamentan la desaparición de unos 32.000 ciudadanos.
En el suroeste de China, los equipos de rescate continúan con su trabajo en zonas prácticamente destruidas. Allí, entre el temor a nuevas réplicas, los servicios de salvamento localizaron consciente a una mujer de unos 60 años que había permanecido atrapada 195 horas y había sobrevivido gracias al agua de lluvia. Además, en las últimas horas se registraron en el país asiático otros casos milagrosos, como los de dos hombres, de 31 y 37 años, rescatados en una situación de salud estable. Este último logró mantenerse con vida 170 horas alimentándose con papel higiénico y su propia orina. Los restos tras el seísmo pasan por socorrer a los miles de damnificados. La ayuda internacional, coordinada desde el Gobierno central, recibió el martes un nuevo espaldarazo con el incremento de las partidas del Programa de Desarrollo de la ONU y el Programa Mundial de Alimentos. El PNUD destinará unos 64.400 euros para colaborar en la coordinación de la respuesta necesaria y evaluar las necesidades, que pasan por tiendas de campaña, ropa, comida, agua potable y medicinas, mientras que la PAM distribuirá la misma cantidad de dinero invertido en ‘noodles’, fideos chinos.
Sin embargo, la situación en la que ha quedado la provincia de Sichuán no sólo ha agudizado la solidaridad de todo el mundo, sino también la picaresca. Pekín ha advertido a las personas que quieran donar dinero para las víctimas del terremoto de que lo hagan a través de cauces oficiales. Y es que se han registrado fraudes a través del teléfono móvil, como un mensaje que circulaba en la provincia sureña de Guangdong y que finalmente ha resultado falso. “Mi familia estuvo en el terremoto. Papá y mamá necesitan dinero urgentemente. Manden el dinero que puedan. Deposítenlo en una cuenta de nuestro amigo”, decía ese aviso, ejemplo de los muchos que circulan actualmente.

Terror en las calles
Las alertas de nuevos terremotos de fuerte magnitud desataron una ola de pánico el martes en China, donde miles de personas se echaron a las calles para escapar ante una eventual nueva catástrofe, mientras esta vez lo que se derrumbaba eran los mercados de valores. En las calles de Chengdu, capital de Sichuan, miles de personas aterrorizadas salieron a las calles llevando consigo colchones, sillas, ropa y otros bienes para alejarse de los edificios.
Se crearon gigantescos atascos de tráfico cuando los automovilistas se dirigieron en masa hacia las afueras de la ciudad o a los espacios abiertos como parques y estadios.
“Cualquiera que afirme que no tiene miedo está bromeando”, afirmaba Zhu Yuejin, una joven de 23 años que pasó toda la noche en su coche. La página web del gobierno local de Sichuan había advertido, citando a las autoridades sismológicas, de la inminencia de una réplica de magnitud 6 a 7 en la misma zona que la semana pasada se registró el terremoto de magnitud 8 en la escala de Richter.
Sin embargo, Du Jianguo, un experto del Instituto Chino de Sismología afirmó que resulta imposible predecir una réplica con tanta exactitud. “No sé quién hizo esa predicción, pero personalmente no me lo creo”, declaró. Desde el terremoto del 12 de mayo, China se ha visto sacudida por más de 150 réplicas, de magnitud 4 o más, incluyendo una de 5 grados en la escala de Richter que durante la noche sacudió la región de Pingwu, a unos 125 km al norte del primer epicentro.

Cae la bolsa

La advertencia de una inminente réplica de gran violencia encendió el nerviosismo en los mercados de valores, contribuyendo a una fuerte caída de 4,48% en la bolsa de Shanghai y de 2,23% en Hong Kong.

Según fuentes oficiales, el seísmo de la semana pasada costará cerca de 10.000 millones de dólares al sector industrial de Sichuan y un 0,2% del crecimiento económico chino de este año.

Alimentando los temores entre los supersticiosos, los habitantes de la ciudad de Zunyi informaron de una migración masiva de ranas y sapos. La semana pasada, los batracios habían cubierto las ciudades de Sichuan días antes del terremoto. En el frente humanitario, la Cruz Roja china envió el martes a su primer equipo de psicólogos a la zona del seísmo para asistir a las víctimas traumatizadas.

Pese a ser oficialmente un país ateo, una parte de la población china se ha girado hacia la religión en búsqueda de respuestas a situaciones trágicas como el terremoto que devastó el suroeste del país.