Otro año

31/12/2017 - 12:20 Luis Monje Ciruelo

¿Un año más o uno menos? Confiemos en que no sea el año último.

Los que hemos vivido tantos años que habríamos perdido la cuenta si no fuese por la partida de nacimiento y los calendarios, forzosamente tendremos que aceptar con respeto y hasta con conformidad la llegada del nuevo año. ¿Un año más o uno menos? Confiemos en que no sea el año último. Pero alguna vez tendrá que ser porque la muerte no es segador que duerma la siesta, como dice Cervantes, pues a todas horas siega y corta tanto la hierba seca como la verde, aunque a los viejos nos espera a la puerta de casa y a los jóvenes a salto de mata. No quiero, sin embargo, escribir una Brújula hipocondríaca, aunque me lo pida el cuerpo, quiero decir el espíritu, pero no renuncio por ello a reflexionar, tal vez  con vulgaridad, sobre la vida y la muerte, que leerán con más gusto los viejos que los jóvenes, pues a estos la muerte piensan que les queda lejos, aunque nunca se sabe. Y a diario vemos las sorpresas que a algunos les da la Parca. Aunque bastantes veces sucede al revés. Por ejemplo, uno, de joven, se conformaba con llegar al año 2000, o sea con cumplir 76 años, lo que entonces me parecía suficiente. Sin embargo estamos llegando al 2018, y aquí estamos haciendo planes para un futuro que será, lógicamente, muy limitado, porque como ya escribió alguien, seguramente un filósofo griego, que son los que dijeron todo lo que ahora repetimos, “no hay viejo, que no piense que puede vivir un año más.”. Y esto no lo he pensado ahora, sino tiempo atrás, cuando escribí unos versos para ancianos del que varias de sus quintillas dicen: “La vida es solo un trayecto/, que nos lleva, curvo o recto,/ante la cara de Dios/: allí iremos, lento o presto,/ el uno del otro en pos” .“Ser anciano es estar vivo/ luego no es tan mala edad/, por eso no es de recibo/ que con el pie en el estribo/ te niegues a esa verdad/””No mires siempre al pasado/ por no convertirte en sal;/ si hay cosas que has olvidado/ por otras las has cambiado/ para bien o para mal” “Eres viejo, eres anciano,/ pero aún tienes en tu mano/ algunas cosas que hacer,/ y no te lo digo en vano/ porque no vas a volver”. Quizá por eso, médicos y psicólogos aconsejan a los mayores no esperar mano sobre mano, es decir sentados, la llegada de ese final. Eso lo previene otra quintilla: Si vivir es caminar/ y caminar es vivir,/ no te pares a pensar/ si te tienes que sentar/ sino que debes seguir”. Por lo menos nos servirá para no entumecernos.