Peligros de la privacidad

20/03/2017 - 18:40 Jesús Fernández

Cuando creíamos que el marxismo era una pura teoría o sistema económico, nos encontramos que también es una antropología rozando al ser humano mediante el concepto de alienación.

Yo no soy mío, yo no me pertenezco, me han robado, me han expropiado, me han privado de mi yo a mi mismo. Todo esto, que parece un rizo de la metafísica, es posible en la revolución digital de hoy. Lo más sagrado que teníamos como era la persona, la privacidad, la identidad, la singularidad, la inviolabilidad del ser humano, desaparece ante la invasión y vigilancia a la que está sometida nuestra conciencia y libertad. ¿A quién pertenezco yo? ¿Quién es mi dueño y propietario? ¿A quién sirvo o sirve mi vida? ¿Quién entra en mí sin mí? La tecnología digital es ese acceso forzado y no permitido a la más profunda intimidad, al recinto más sagrado. Es la profanación más moderna. Yo ya no soy yo. Anunciad la muerte de la persona. Tocad las campanas a muerto. Llorad por nuestro yo desaparecido.
    Siempre la política seguía a la antropología. Cuando creíamos que el marxismo era una pura teoría o sistema económico, nos encontramos que también es una antropología rozando al ser humano mediante el concepto de alienación. El capitalismo, según ellos, empobrece al trabajador, le enajena, porque se apropia de su producción, del trabajo de sus manos, reduciéndole a pura mercancía. El mayor bien mío soy yo mismo. La invasión digital permite que mi conciencia y liberad estén siendo calculadas, difundidas, vendidas y comercializadas como una mercancía. Pierdo soberanía y autonomía. Pierdo libertad por estar dirigido. Toda la tecnología actual tiene una gran incidencia antropológica pues es una programación del hombre con anterioridad y anticipación a la conciencia.  
    La vigilancia digital ha entrado en política. Es el espionaje más secreto. Desde ahora en adelante, todo lo que se piensa, todo lo que se hace, se sabe o se sabrá. Ya no hay secretos. El soporte material de mis expresiones no sirve pero tampoco el soporto invisible. Los elementos o signos visibles, las terminales de dicho control pueden ser muy diversas. Cada ciudadano tiene que comenzar a reivindicarse a sí mismo frente a tanto proyecto de expropiación. Los medios de información son, al mismo tiempo, medios de obtención de información sobre aquellos mismos que les están leyendo, oyendo o usando. Devuelven la información deseada. Es bueno que seamos una comunidad digital. Nadie puede esconder nada o engañar a nadie. Ni siquiera a mi mismo. Indudablemente nos encontramos con sistemas globales muy poderosos que transcienden, dominan o dominan la conciencia.