Poesía inmarchitable

02/07/2017 - 12:45 Antonio Yagüe

Es difícil elegir un escenario mejor y tan singular para el encuentro Poesía entre Sabinas que Montesino.

Cuentan que en la Grecia clásica la poesía era una asignatura e incluso un deporte que, con sus concursos, abría la celebración de los juegos olímpicos. Dos siglos y medio después, es complicado encontrar un recital en España, sin premios ni dineros, que sea la voz del pueblo. Salvo que este sábado uno tome rumbo a Molina de Aragón y se dirija a un enclave mágico, el Montesino (Cobeta), donde desde 1140 se dan cita en una romería catorce pueblos.
    Sabinas, pinos, riscos rojizos, desfiladeros, trinos de pájaros, mágico murmullo de aguas y espectaculares atardeceres. Es difícil elegir un escenario mejor y tan singular para el encuentro Poesía entre Sabinas que celebra su cuarta edición bajo el impulso de Begoña Benito Hombrados. Con un cartel de lujo. José Antonio Checa, Vicente Orallo, José Antonio Tercero y Pedro Vacas, compartirán con la organizadora sus poemas, inspirados en nuestros pueblos, sus gentes y paisajes. Dos son molineses y otros dos repiten, pero cada uno con su voz propia.
    Begoña asegura que este lugar de encuentro de pueblos es el apropiado para una poesía dirigida principalmente al público local, con sus paisajes y personas como tema central. “Inspira paz y quietud. Es un lugar para ‘perderse’ sin cobertura y, por ello, para ‘encontrarse’ y escuchar sin interrupciones”, subraya. Recuerda que algunas  personas se han convertido en asiduas. “Acudieron –explica-  ‘por ver lo que hay’ o ‘ya que no hay otra cosa’, y descubrieron que la poesía sí les gusta”. Algo así como el niño que descubrió tras probarlo que le gustaba el pescado.
     El poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca sostiene que la poesía, como la novela, va pegada a nosotros y nos ayuda a recibir y asimilar mejor la realidad, a reaccionar de manera más sutil ante un mundo cada día más enrevesado. “Es –asegura- la quintaesencia de la literatura, es útil y tiene un efecto lenitivo y balsámico. El poeta es la voz de la sociedad, la manera de entender la vida, el amor…” Pasado, presente y futuro. Algo inmarchitable, como las sabinas.
    Cervantes dejó  escrito que unos versos condensan a veces altas filosofías y siempre amplifican las voces de los otros. Fácil es comprobarlo a orillas del Arandilla, río humilde en esta comarca solitaria, pero machadiano símbolo de vida.