Política como servicio al ciudadano
09/08/2015 - 23:00
Las primeras intervenciones y algunos gestos de nuestros políticos provinciales tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo, tal vez por el toque de atención dado en las urnas a sus formas de proceder o quizá por convicción al darse cuenta de que la sociedad pide un cambio, señalan hacia una mayor preocupación por el entendimiento con el resto de las formaciones políticas. En tono distendido y cordial en cuanto a la forma y productivo respecto al fondo transcurrió este último viernes el encuentro entre el presidente de la Diputación Provincial, el popular José Manuel Latre, y el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha en Guadalajara, el socialista, Alberto Rojo. La reunión se ha producido en cuanto han podido y más allá de hacerse la foto se han comprometido a mantener los convenios existentes entre ambas administraciones y recuperar algunos de los que quedaron sin efecto por el paso del tiempo, todo ello por lealtad a sus respectivas administraciones y para beneficio de los ciudadanos. La recuperación del convenio de obras hidráulicas o nuevos acuerdos en empleo y servicios sociales son una buena noticia, pero sobre todo lo es la voluntad de entenderse de responsables políticos de dos partidos que parecía habían llegado solo a hacerlo cuando no les quedaba más remedio. También en buena sintonía se reunió el propio Alberto Rojo con el alcalde de la capital Antonio Román y ha empezado a hacerlo el presidente de la Diputación con los alcaldes de los distintos municipios de la provincia, muchos de ellos del PSOE y también tendrá que sentarse con alguno de otras formaciones políticas como la nueva de Ahora. Todos ellos están en sus puestos porque han recibido votos en las urnas, voluntad que debe ser respetada por unos y otros. Es el pluralismo. Incluso hemos visto juntos al presidente regional con la anterior presidenta, aunque con mayor tensión. En el otro extremo también hemos vivido ya algunas polémicas absurdas, por el tema de los corzos de Mirabueno, el futuro tanatorio de Azuqueca o las liberaciones, por ejemplo, y cruce de descalificaciones simplemente por algunos nombramientos de nuevos cargos públicos. Oposición sí, para controlar la acción de gobierno, insultos o salidas de tono, no. Los ciudadanos queremos que dialoguen y por encima de las siglas ejerzan toda su responsabilidad pensando en el interés general.