Primarias y unidad

Expectación, mucho interés y sorpresa han causado las primarias celebradas el pasado domingo en el Partido Socialista. Gran participación, poco habitual en estos tipos de procesos, como hemos visto, por ejemplo, en Podemos Castilla-La Mancha este mismo fin de semana donde apenas un 30% de los inscritos votaron al nuevo secretario regional, el reelegido García Molina. Por lo tanto éxito de democracia interna y victoria clara e incontestable de Pedro Sánchez, que es elegido, con mayor respaldo que la anterior ocasión en que ocupó ya el cargo, para reconstruir el partido socialista. Papel difícil en el que ha de tener mucha inteligencia para saber integrar las diferentes sensibilidades, que las hay, y sobre todo a las distintas personas relevantes que  se han posicionado en contra suya, primero para derribarle y ahora para intentar que no llegase de nuevo a liderar el partido. Ha de ser generoso, pero sobre todo astuto. No le queda más remedio si quiere un PSOE capaz de ser alternativa con posibilidades de gobernar que buscar esa reconciliación. Sólo con paz interna, mensajes en el mismo sentido de todos y verdadera unidad, pues la artificial como todas las mentiras tiene las patas cortas, podrá aspirar a recuperar los votos que le han quitado por la izquierda, algo que se han ganado por desmérito propio. Primero es pues diseñar en los próximos comités y congresos ese partido fuerte y capaz de gobernarse a sí mismo para luego intentar gobernar a los demás. Después, o en paralelo, vendrá marcar una estrategia y un posicionamiento en busca de la confianza de los electores. Para ello no debe caer en las manipulaciones y enredos que le provengan de su principal enemigo, Podemos, que  quiere fagocitarle, y que ya le ha puesto la manzana envenenada de la moción de censura que se ofrecen a apoyar. La iniciativa de la oposición la debe tener desde ya el PSOE pues así lo han querido en las urnas los ciudadanos. Respecto a ocupar el espacio de izquierda para recuperar lo perdido ha de valorar el riesgo de fuga de su voto centrado que es difícil de cuantificar, pero que creemos es mucho. En las primarias votaron 150.000 militantes y en las urnas más de cinco millones de personas. Además la mitad lo hicieron por opciones distintas a la suya. Cabeza y suerte le deseamos porque el futuro del PSOE afecta a toda la sociedad española.