Que tiempos tan bonitos
14/11/2014 - 23:00
Era en el cine parroquial, mi novia Pilar decía: esa pareja, refiriéndose a vosotros deben de ser muy felices, se les adivina. Estabais sentados sobre unas sillas de la fila a la izquierda, nosotros un poco atrás. El cine parroquial en la calle de Boceguillas de Arriba, frente a la taberna del Tubo, donde se bebía vino a destajo y se jugaba a la brisca de a ocho. Y Contreras el operador de cine, ponía la mano al proyector si había beso o revolcón; así estaba ordenado por el párroco don Mariano Moreno Pastor; era un barrio de la Pastrana, mora. Sus calles estrechas en bancales, mas en pendiente están las Boceguillas de Abajo, pobladas las canaleras de arados romanos y vertederas. Al cine se iba el domingo y fiestas de guardar y, los solteros, viudos y liberados, los jueves, además. Después de tomar café, jugar al mus o al domino en el casino, era normal ir a la plaza o la carretera con la novia o la mujer y, llevarlas al cine y a pasear.
A mi me gustaba jugar al domino contra Don Daniel Goñi López, maestro nacional y el doctor Cortijo; claro que tenía un compañero sabio, Pedro Muñoz Langa, oficial administrativo del Ayuntamiento, era tan bueno, que a Don Daniel y a Don Paco, un día les dejamos en cero en una partida a cuarenta. Cuando terminó el juego, Don Daniel, mirándome fijamente a la cara me llamó ¡Feo! Arrastrando la efe. Creo que estaba enfadado con Don Paco porque le dijo: Puente la Reina, Navarra, era su pueblo, se llamabacagalarreina porque Doña Blanca de Navarra, en el vado, antes de llegar al pueblo, aligeraba el vientre en el río Arga. Pero don Daniel seguía con su copita de Chinchón, dándole unas caricias con verdadera delectación a su embocadura con mimo inusitado. Solamente he visto beber tan bien anís a esa celebridad guadalajareña que está viviendo unos días de Gloria, a la que me apunto, conocido por Josepe Suárez de Puga, otro pastranero de adopción amigo de gachas, de moja y paso atrás con torreznos, choricicos y pan sobao. Y el botillo que no pare.
 ¿Te acuerdas, en el corral de la Guilisa? Y los cantes de Luis Carvajal, por la Paquera de Jerez que decía: Tengo un novio relojero/ que siempre que viene a verme/ se le adelanta el minutero. Tiri ti ti, tiri Tiri, tata... Luego te contaba un buen chiste, ¡Que tío ! Además tartajeaba. La riqueza cultural de la provincia está viviendo unos días de Gloria. Inaugurado el Museo de Tapices de Pastrana, el mejor del mundo en góticos del siglo XV, ha dado en señalar otras en algún lugar de la Provincia, como en la Ciudad Mitrada (sin báculo); aunque estos no gocen de la riqueza material, histórica y ornamental, como los de a Villa Ducal. Es buena la noticia porque pone ante el Respetable, las bellezas artísticas que atesoramos. En Pastrana, nos quedan dos joyas en la colegiata por exhibir dignamente, así se debiera hacer con sus tesoros: en la capilla de la pila bautismal hay una cantidad ingente de reliquias la, mayoría bien estuchadas, ¿Sería buen lugar para mostrarlas la superficie de las cajoneras del salón de tapices? El catafalco y su colección de candelabros y demás ornamentos de ébano, ropa talar para el oficio de difuntos de terciopelo y capa en seda de la Princesa: a San Francisco con el monumento a quien puso la pica en Flandes y dirán: que pelma es este señor. ¿Es normal tener a un gentil en la Historia de España, enterrado sin ninguna señal de identidad? En Pastrana, si.