¡Que viene el lobo!

25/11/2017 - 13:14 Antonio Yagüe

No consta que haya sido abatido ningún animal en la comarca. La muerte de varias cabras en Cobeta se quedó en sospecha.

No hay especie animal envuelta en tanto misterio, mitos, leyendas, cuentos, supersticiones y mayores polémicas que el lobo. Admirado por unos y odiado por otros, este superdepredador o amigo/hermano para San Francisco de Asís y Rodríguez de la Fuente, está de plena actualidad. También en el Señorío. Corduente será la sede el martes, seguida de Cogolludo y El Cardoso de la Sierra, del taller que reúne a técnicos del gobierno Page, naturalistas y ganaderos. Todos expertos en lo suyo.
    La población de lobos, sin otro animal salvo el hombre que la amenace, ha pasado de estar al borde de la extinción a expandirse por doquier, invadir el hábitat de “entornos humanizados” y causar daños “cada vez más frecuentes”, como reconoce la Fundación para la Protección de Animales Salvajes.
    No consta que haya sido abatido ningún ejemplar en la comarca. La muerte de varias cabras en Cobeta se quedó en sospecha. Se atribuyó oficialmente a perros. Pero desde el Duero hacia arriba, donde no es especie protegida, en cinco años se han matado legalmente 582 lobos y, según los ecologistas, el doble ilegalmente.
    Las subvenciones por terneros, ovejas o corderos que mata el lobo, y que ahora se quieren ampliar a toda Guadalajara, “llegan tarde y son escasas”, se quejan los ganaderos en las dos Castillas y Asturias. Y probarlo es cada vez más difícil, por lo que algunas explotaciones recurren a cercas electrificadas y cámaras de vigilancia, además de  mastines. En el Principado se han autorizado batidas y se han disparado las denuncias y protestas ecologistas.
    Los censos oficiales cifran ya en 3.000 los lobos en la Península. Han atravesado el Duero, el Guadarrama y llegado a Madrid. Se están expandiendo y causando años por pueblos de nuestra serranía. Algunas autoridades lo consideran un peligro para el modo de vida, la economía y hasta la población del mundo rural. Los ecologistas lo rebaten y avisan que matanzas indiscriminadas sólo lograrán que los supervivientes, incapaces de atrapar ciervos, corzos o jabalíes, se centren en el ganado y aumenten los daños.
    Han acompañado al hombre desde el principio de los tiempos, sin la imagen actual de criatura tan dañina. Visto lo visto, parece que volvemos a tenerlos de vecinos. El debate, sobre todo por lo económico, irá a más.