Quer celebró ayer el Día del Cristo

01/09/2018 - 13:37 Redacción

Quer vivió ayer el día grande de sus fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Misericordia, en el que es un día emocionante para los seteros, pleno de tradiciones seculares.

Quer se encuentra bajo el amparo y protección de este Cristo desde el siglo XVII, momento en el que llegó la imagen a Quer. Antiguamente, la festividad se celebraba el día 14 de septiembre, pero desde 1960 se convoca siempre el primer fin de semana de septiembre.

La parte tradicional de la fiesta la organiza la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, fundada, probablemente, a principios del siglo XVIII, una vez que la poderosa familia Arnedo se hizo cargo de forma definitiva del patronato de fundación de este Santo Cristo, y tras ver como la devoción popular aumentaba de día en día por la imagen.

Datos más cercanos y contrastables dicen que  se fundó a finales del siglo XIX, siendo cura de Quer Rogelio Iglesias. Una vez creada, estuvo vigente hasta el año 1936, en el que la Hermandad desapareció momentáneamente, volviendo a constituirse como tal el 21 de septiembre de 1941. Por unanimidad de los 31 hermanos que entonces la formaban, se acordó modificar y adaptar los estatutos a los nuevos tiempos.

Fue en 1907 cuando el que entonces era alcalde de la villa, Jesús Lamparero, propuso al vecindario la celebración de una fiesta extraordinaria el Día del Cristo, para la que se traerían músicos que la amenizasen. La propuesta no saldría adelante hasta 1914, primer año que se contrató música tanto para tocar en la iglesia de Nuestra Señora de La Blanca como para hacerlo por las calles.

La fiesta en si comenzaba con uno de los hechos que se viene produciendo, invariablemente, desde el momento en el que el Cristo preside la iglesia de Nuestra Señora de La Blanca de Quer, como era su bajada y subida al altar mayor, a lo que todos los hermanos están obligados a asistir el domingo anterior de la fiesta, a las diez de la mañana, y el domingo posterior, una vez terminada.

La tradición se mantiene, así como también la más recientemente instaurada del traspaso del centro del  hermano mayor saliente, al entrante. En el año 2018, saliente es Miguel Angel Celada, mientras que el entrante es Angel Matellán. Pocas cosas han cambiado en la parte tradicional de las fiestas de Quer. Así por ejemplo, la música, este año la charanga Iplacea, sigue acompañando al Hermano Mayor y al alcalde a todos los actos religiosos que se celebran en la iglesia.

Ayer, a partir de las doce y media de la mañana, sonaban  las campanas en la Iglesia, anunciando la Misa que se iba a celebrar en honor al Cristo de la Misericordia. La charanga complutense Iplacea, siguiendo la costumbre, fue a recoger tanto al Hermano Mayor, como al alcalde de Quer, José Miguel Benítez. La ceremonia religiosa la ofició el párroco local, Alfonso Olmos, acompañado por Miguel Angel Garrido, formador del Colegio Diocesano y párroco de Pioz.

Acompañando musicalmente la ceremonia, componiendo una hermosa misa cantada, estuvo el grupo coral Ermitage Musical, que interpretó breves y selectos fragmentos de obras de Mozart, Haendel o Bach, entre otros. Organizados los actos por la Hermandad del Cristo de Quer, acompañando la celebración estuvo la corporación municipal, presidida por el alcalde de Quer, José Miguel Benítez. Asistieron también el diputado provincial Pedro Sánchez y la senadora Marta Valdenebro, así como el subdelegado de Gobierno en Guadalajara, Angel Canales.
 
Al terminar el oficio religioso, y cumpliendo la tradición, el Ayuntamiento de Quer invitó a un refresco en el local social de la Plaza Mayor a cuantas personas quisieron acercarse a compartir estos momentos entrañables con los seteros, incluidos, naturalmente, los músicos de la charanga. 

Para comenzar la tarde, todo tipo de hinchables hicieron las delicias de los niños, convirtiendo de nuevo la Plaza Mayor en el corazón del pueblo de Quer como viene ocurriendo toda la semana. A partir de las siete, de nuevo la charanga Iplacea recogía a alcalde y hermano mayor, para que en la plaza de Juan Pablo II, se subastaran brazos y cintas de la bellísima imagen del Cristo de Quer. Condujo la subasta, con tino y buen humor, Francisco García. Como es costumbre, los seteros pujaron por dos veces en la subasta. La primera acontece antes de comenzar la procesión, y se puja para empujar los seis brazos de su carroza y para portar sus diez cintas. La segunda, al terminar, para  reponer la imagen dentro de la iglesia, por los cuatro brazos de las andas  y las diez cintas.
Después de la primera subasta, el Cristo salió en una procesión solemne y llena de respeto y devoción, por las calles de Quer, a la que se unían fieles seteros oriundos, y también nuevos vecinos.  Como cada año, la talla, en la caída de una de las que van siendo últimas tardes veraniegas, subrayaba con su belleza cada rincón de la villa que atravesaba.  El recorrido fue el acostumbrado. El Cristo salió desde la Iglesia en dirección a la Plaza Mayor, subiendo por las calles Mayor Alta, Colón, Cervantes y Felipe IV, para retornar a la Plaza Mayor por la calle de Jovellanos. La procesión fue en todo momento precedida por los músicos complutenses, que interpretaron lo mejor de su repertorio de marchas procesionales. 
De nuevo con la talla en la Plaza de Juan Pablo II, Francisco García dirigió la puja para entrarla de nuevo en la Iglesia de Nuestra Señora de La Blanca. Al final, se llevó un aplauso de público.

Antes de terminar la ceremonia, los seteros, todos juntos, cantaron el himno del Cristo: “De tierras americanas vino a Quer, tesoro y gloria, en ti, Cristo agonizante, Cristo de Misericordia, me desgarra tu dolor de verte en la cruz sufriendo, que estando por muriendo, aun me miras con amor”.