Reaniman y trasladan al Hospital a un hombre que se estaba ahogando en la piscina de Azuqueca

21/08/2017 - 17:21 Redacción

Los primeros en atenderle fueron los trabajadores del propio recinto.

La piscina de Azuqueca de Henares registró el pasado domingo, 20 de agosto, el ahogamiento de un bañista. El hombre, de 47 años, fue reanimado y trasladado al Hospital de Guadalajara. Los hechos ocurrieron a las 18.22 horas, cuando un grupo de cuatro o cinco amigos se estaba bañando en la piscina semi-olímpica. Uno de ellos, supuestamente, retó a otro para que realizara un largo entero buceando, es decir, 25 metros, desde la zona profunda (2,80 metros) hasta la zona no profunda (1,35 metros). El hombre aceptó, y justo antes de finalizar el largo, se quedó inconsciente por la falta de oxígeno y tragó un poco de agua. En ese mismo instante, su amigo, que se encontraba justo al lado dentro del agua, le sacó a la superficie. Acto seguido, el socorrista, que estaba en la esquina de esa piscina, le colocó en la zona de la playa. El hombre se encontraba inconsciente y presentaba síntomas de ahogamiento, por lo que le realizó la RCP (reanimación cardio pulmonar). En menos de un minuto volvió a respirar y recuperó la consciencia. Después se le colocó en posición lateral de seguridad hasta que llegó la ambulancia. Durante la actuación del socorrista, la auxiliar de enfermería llamo dos veces al 112. La primera para informar de lo sucedido y pedir urgentemente una ambulancia, y la segunda, pasados unos 10 minutos, para preguntar dónde se encontraba la ambulancia. En este tramo de tiempo, también llamó el taquillero del recinto al 112 para pedir una ambulancia. La auxiliar de enfermería, una vez que el accidentado ya estaba situado en la zona de playa, le colocó el ambu para mantener un nivel de oxigeno adecuado. Cuando llegó la ambulancia, pasados casi 15 minutos desde la llamada, observaron que ya estaba consciente, aunque decidieron traslarlo al Hospital.

            Durante toda la actuación colaboraron un policía y una médica que se encontraban en ese momento de usuarios en la piscina. El policía ayudó en la inmovilización de la cabeza del accidentado, y la médica en la utilización del ambu. Durante la realización de la RCP, el otro socorrista le medía continuamente las pulsaciones. Por otro lado, la tercera socorrista, con la ayuda del personal de control, aseguró la zona desalojando las piscinas de usuarios para un correcto protocolo y una rápida actuación sobre el accidentado.