Semana Santa

13/04/2017 - 12:00 Pedro Villaverde Martínez

Cuando se espera con ansia un puente aunque sólo sea de dos días cómo no van a ser muy apetecidos esos ocho o diez en que suele convertirse la Semana Santa.

Nos encontramos en unos días que desde hace mucho tiempo se llama Semana Santa. A lo largo del tiempo, ya bastante, que llevamos escribiendo esta columna, hemos tenido que ir cambiando el contenido que solíamos escribir sobre estos días santos. Al principio sólo se hablaba del sentido religioso que estos días significaban, dedicados a muy principalmente a las prácticas religiosas imperantes  sobre cualquier otra cuestión. Poco a poco empezamos a decir vacaciones santas y después simplemente vacaciones. Ahora sigue el sentimiento religioso presente puesto que el ser humano es un ser religioso, pero parece primar sobre él el “homo ludicus”, el aspecto de diversión que no deja de ser más que patente no sólo en cualquier puente festivo, sino también en estos días especialmente santos. Nosotros en esta ocasión sí queremos tener un recuerdo hacia esas festividades religiosas que aún perduran y que son muy significativas para cuantos se consideran religiosos…aunque queremos también respetar cualquier otra opción. Incluso ambas celebraciones no son incompatibles. Ahora, cuando se espera con ansia un puente aunque sólo sea de dos días cómo no van a ser muy apetecidos esos ocho o diez en que suelen convertirse. La libertad, ese precioso don, permite hacer esto o aquello siempre por supuesto que no interfiramos en la ajena. Nuestros pueblos siguen con sus tradiciones religiosas y suelen llenarse al completo de hijos o forasteros que van precisamente a celebrar o contemplar esas manifestaciones, sin olvidar el aspecto lúdico y de descanso. Sin duda que son más los que escogen, si sus posibilidades se lo permiten, darse una vuelta por alguna playa o incluso país exótico… Desde nuestra posición de católicos, ni mejores ni peores que los que son de otras confesiones o aconfesionales, queremos recordar en estas líneas la veneración con que muchos fieles asisten estos días a los Oficios Santos, o a contemplar el paso de Desfiles Procesionales. A todos, nuestros mejores deseos de que sean unos días de relax ante tanta incertidumbre vivida. Enhorabuena al pregonero, Antonio Herraiz, a cuya familia de Armallones, nos unen lazos de amistad y familiaridad,  y a cuantos con su presencia y asistencia dan el realce que se merecen estos días santos.