Sigüenza vive sus fiestas

12/08/2018 - 11:05 Pedro Villaverde Martínez

Queremos apelar a la Sigüenza moderna, a esa ciudad que no se duerma en el pasado, que lo conserve, pero que sea también acorde con los tiempos. 

Mucho se ha escrito sobre Sigüenza como ciudad antigua, medieval...Ciudad mitrada por su sede Episcopal, su Catedral, sus múltiples y milenarios edificios, la ciudad del Doncel, por esa extraordinaria talla semiyacente que hiciera alguien y que inmortalizó al joven Doncel; ciudad Universitaria por su Universidad de varios cientos de años...y docente por sus colegios como la Safa o las Ursulinas y otros muchos adjetivos que podríamos añadir a esta bella y pintoresca ciudad como el de turística y gastronómica por los atractivos que tiene tanto en monumentos como lugares donde se puede dar el buen yantar...sin olvidarnos del clima benigno que en verano hace olvidar esos calores casi tórridos de otros lugares de nuestra España, o añadir el de pictórica por sus pintores. Podríamos seguir narrando maravillas de esta Sigüenza que se hace arte en sus piedras o en la que las piedras se hacen arte en  monumentos artísticos, empinadas callejuelas o rincones de extraordinaria belleza. 
    Pero nosotros hoy, cuando las fiestas mayores de La Virgen de la Mayor y de San Roque están a punto de dar inicio y nuestro periódico publica el especial de cada año dedicado a Sigüenza, queremos a la vez que recordarlas, decir que nos parecen estupendas, aunque siempre mejorables, e incluso menos ruidosas, por más que sabemos que la fiesta y el ruido van de la mano y en estos tiempos en los que los decibelios son fáciles de alcanzar mucho más, pero hay que recordar a las personas cuya diversión no es otra que el descanso y el sosiego. Queremos apelar a la Sigüenza moderna, a esa ciudad que no se duerma en el pasado por muy glorioso que éste haya sido y lo ha sido, que lo conserve y hasta lo explote en el mejor sentido de la palabra, pero que sea también moderna, acorde con los tiempos. Hay que procurar compatibilizar la antigüedad y el clasicismo con la modernidad. Gobernantes, sí hay caminos...hay que saberlos buscar y se nos cae el alma cuando nos dicen, gente que vive todo el año y quiere tanto a Sigüenza, que apenas tiene vida en invierno. Hoy, en fiestas, con el pregón ya mañana sábado, no lo parece, pero debemos tener presente la necesidad de hacer algo que evite el decaimiento. Felices días a todos.