Sin reformas no habría convenio sanitario
Un vecino de Guadalajara, con una enfermedad grave que se ha resuelto bien en dos hospitales del SESCAM, me contaba hace unas semanas el contratiempo de tener que pasar algunas pruebas en Ciudad Real. Su sensación, cuando transitaba por Madrid para coger el tren hacia el sur de la Mancha, era de desamparo. ¿Cómo es posible que no pudieran tratarle cerca de casa, en un hospital madrileño?
La respuesta no es fácil. Comienza por el estado de las autonomías, que los españoles aprobamos hace tiempo y que, en muchas ocasiones, ha dividido la sanidad con criterios de financiación autonómica antes que asistenciales. Y la respuesta pasa por entender que cuando el número de parados supera la cota de los 6 millones se reducen los fondos públicos y el dinero que cada comunidad puede dedicar a sus servicios.
El hecho es que la crisis económica en la que nos hundió Zapatero perjudicó gravemente nuestra Sanidad. Desde el inicio de la crisis era muy difícil que en Madrid se atendiera a pacientes de otras comunidades sin recibir una compensación. Bastantes problemas tenían en su propia casa.
Por este motivo se hizo necesario establecer un acuerdo, que en 2011 hubiera sido imposible, por nuestra falta de fondos y porque a Castilla-La Mancha nadie le daba crédito. Tres años después, esa realidad ha cambiado radicalmente. Hoy Castilla-La Mancha es una comunidad en la que se puede confiar y capaz de pagar por los servicios que reciben sus ciudadanos. El descenso del paro es un hecho que nos permite contar con más fondos para los servicios sociales.
Como guadalajareño me siento muy orgulloso de haber negociado y desarrollado este convenio sanitario. Es algo que se merecen todos mis paisanos, especialmente quienes padecen una enfermedad grave. Pero es algo que en ningún caso se hubiera podido materializar sin la eliminación de organismos duplicados, sin la reducción de consejerías y altos cargos o sin poner freno a la Sanidad del Ladrillo que practicó el gobierno anterior.
El convenio sanitario con Madrid es una demanda histórica de nuestra tierra. Gracias al trabajo callado y constante de todo un equipo de profesionales de la Sanidad de Castilla-La Mancha, ese sueño está a punto de hacerse realidad.