Tengamos esperanza

01/07/2018 - 10:20 Pedro Villaverde Martínez

Sería, sin embargo, un tanto torpe por nuestra parte pensar que con un cambio de gobierno se arreglan todos los problemas, pues si eso fuera así cambiaríamos con más frecuencia.

Se nos están agotando ya las palabras para designar el estado de la cuestión o de la nación. Perplejidad es una palabra que viene a decir incertidumbre y confusión. Un Gobierno ha sustituido a otro y todavía nos encontramos en un periodo de acoplamiento. Muchos cargos han sido cambiados por otros y para muchos al menos resulta un tanto chocante, aunque es lo lógico cuando hay un cambio de Gobierno. Todos somos animales políticos, pero es lógico pensar en los gastos que un cambio de Gobierno conlleva. Ignoramos si es o puede ser una inversión que traiga grandes réditos. A grandes problemas, grandes soluciones, suele decirse. Quizá teníamos esos grandes problemas y ese cambio de Gobierno traiga esas deseadas y mejores soluciones o tal vez nos lleve a peor puerto. Solo nos queda esperar que el tiempo nos traiga los precisos remedios a cuantos problemas tengamos y tenemos.  Queremos, pues, dejar al margen ese posible temor a que los esfuerzos que todos tengamos que hacer para que las cuentas salgan bien no sean pequeños y la dicha sea grande. 

Nosotros nunca hemos aspirado a puestos de Gobierno de gran envergadura e incluso admiramos a quienes lo hacen; pero sí que  confíamos en que sepan estar a la altura de las circunstancias y lleven a nuestro país, esperamos que siga siendo tal, a la mejor situación posible. Nos alegramos de la presencia en el nuevo Ejecutivo de nuestra amiga, Magdalena Valerio, mujer inteligente y con experiencia que seguro aportará mucho bueno.  Sería, sin embargo, un tanto torpe por nuestra parte pensar que con un cambio de gobierno se arreglan todos los problemas, pues si eso fuera así cambiaríamos con más frecuencia. Más bien pensamos que todos hemos de arrimar el hombro para que este nuestro país sea lo mejor posible. Los que han asumido la responsabilidad de llevar a buen puerto a nuestro país sí que tienen la obligación de quitarse sueño para cumplir  bien su cometido. Y para no cansar más a nuestros posibles lectores porque además estamos seguros de que ellos tienen su opinión y tal vez mejor que la nuestra, vamos a poner punto final a esta habitual columna. Y  como es verano deseamos a todos unas ‘provechosas’ vacaciones.