Trabajar por los refugiados
10/09/2015 - 23:00
Estamos ante la tragedia humanitaria más grave desde la segunda Guerra Mundial en cuanto a número de desplazados en busca de asilo huyendo de un país en guerra y es la hora de trabajar todos juntos para dar solución a la acogida de estas personas que viven en la más absoluta de las desesperaciones en su huida hacia adelante en busca de simple supervivencia y dejar atrás los horrores de una guerra, la de Siria, que dura ya demasiado y ante la que la comunidad internacional debería haber actuado hace tiempo. Es una obligación no solo moral sino también legal dar refugio en estas situaciones extremas pero ante todo es un ejercicio de responsabilidad y humanidad. La respuesta ante esta emergencia debe ser colectiva y coordinada. Es necesario un pacto de Estado con pleno acuerdo de las acciones a ejecutar como país, huyendo de toda politización. Deben ser escuchadas las organizaciones con experiencia en la acogida de refugiados e inmigrantes como es ACCEM que lleva un cuarto de siglo trabajando en Sigüenza (siempre recordaremos la histórica acogida de los albano kosovares) y también Cruz Roja o Guadaacoge. También hace falta que las administraciones públicas abran las puertas a la acogida y sepan hasta dónde pueden prestar ayuda en cada uno de sus municipios. Pero también es necesaria la implicación de la sociedad en su conjunto. Unos como voluntarios para ayudar a la integración de los que lleguen, estando con ellos, enseñándoles a comunicarse. Otros, el resto, con la aportación de ayuda material, tanto dinero, como ropa, mantas, viviendas o locales vacíos, comida y todo aquello que se precisa para tener unas condiciones mínimas de vida. Es importante para ello estar sensibilizados del alcance del dolor, la miseria y el hundimiento de quienes lo han perdido todo y posteriormente establecer los mecanismos para canalizar las ayudas y el trabajo del voluntariado. Como en otras desgracias colectivas la provincia de Guadalajara, el conjunto del país, está demostrando su sensibilidad, su disposición a servir al más desafortunado y su generosidad.