Un acicate para el emprendimiento femenino en el mundo rural

Todo suma y el reconocimiento al trabajo, al compromiso, a la implicación, a la aportación de algo a la sociedad, es un acicate para cualquier persona, más aún si el camino le puede resultar un poco más complicado que a los demás. Es el caso de los premios a la Mujer Emprendedora que en la gala  de Diputación, celebrada con éxito este martes, ha concedido nueve galardones en tres categorías distintas por proyectos concretos. Las nueve heroínas, portadoras de grandes ideas, están haciendo realidad su sueño superando dificultades.

  En primer lugar se enfrentan al hecho de ser autónomas, de crear su propia empresa, asumiendo un riesgo económico, trabajando de sol a sol con mayor o menor salud (no pueden permitirse una baja), afrontando una excesiva burocracia, pagos de tasas e impuestos por todos los lados y poco apoyo desde los poderes públicos que tienen en escasa consideración a los que apuestan por el autoempleo, y en general a los empresarios. 

  En segundo término afrontan el reto siendo mujeres en un mundo en el que se ha avanzado mucho en igualdad pero en el que siguen existiendo brechas, en este caso, sobre todo, en tema de conciliación, porque la fémina continúa siendo, normalmente, la que carga con mayor responsabilidad en el cuidado de mayores, pequeños o dependientes de la familia, así como en la propia organización del hogar. Además deben demostrar algo más que los hombres su capacidad profesional para ganarse la confianza, aunque cierto es que gozan de más líneas de ayuda y, por fortuna, cada vez de mayor respeto o consideración social. 

  Y el tercero de los desafíos a superar es acometer la iniciativa en el mundo rural, con menos población (menor potencial clientela) y peores servicios públicos- por mucho que se luche por lo contrario- que en cualquier ciudad donde hay más oportunidades, mejores condiciones para todo. 

Por todo esto hay que felicitar de manera especial a las premiadas y  agradecer a la Diputación la creación de estas distinciones específicas a quienes dinamizan  con  sus iniciativas las pequeñas localidades, dándoles vida y más si son mujeres que son quienes, normalmente, llevan consigo a la familia, fijando en más casos la residencia en los pueblos. Todo lo que sea apoyar al medio rural, a la mujer y al emprendedor debe ser bienvenido.