Un incendio que conmocionó Guadalajara... el de la fábrica Camy

25/03/2018 - 16:51 Eduardo Díaz

Las llamas y una nube de humo se observaba  desde varios puntos de Guadalajara, lo cual produjo que muchas personas de forma voluntaria se presentasen en el lugar para auxiliar.

Esta semana vamos a recordar el terrorífico incendio que sufrió una de las fábricas más conocidas del Polígono del Henares, en concreto Delasa, S.A. Los comienzos de esta empresa en nuestra ciudad fueron en el año 1978 en unos terrenos muy amplios, situados al final de la Avenida de Cristóbal Colón y su mayor producción era la de helados de la famosa y conocida marca “ Camy”. Con el paso del tiempo comenzaron a fabricar también productos lácteos refrigerados de la marca “ Chamburcy”, por lo que aparte de helados se añadía la elaboración de yogures y otros productos congelados. Por todo ello era muy frecuente observar el intenso tráfico de camiones frigoríficos con leche, procedente de las regiones del norte de España con destino a la factoría Delasa, en el cruce del puente árabe de Guadalajara, sobre el río Henares.
    La plantilla de la fábrica Delasa se componía de unos 250 trabajadores que aumentaba de forma considerable en la temporada anterior a la época estival del verano, ya que los productos fabricados era muy demandados por parte de las tiendas de comestibles y kioscos de helados cuando llegaban los calores.
    El 12 de noviembre del año 1986 los trabajadores de una empresa de soldaduría comenzaban a realizar a primera hora de la mañana unos trabajos específicos en una de las naves de la factoría. Sobre las nueve de la mañana aproximadamente se producía un chispazo que inmediatamente generaba un incendio que se extendió por toda la nave frigorífica y que afectó a otra nave contigua. Afortunadamente en esa mañana una de las naves afectadas había sido abandonada por una cuadrilla de doce trabajadores, que habían depositado productos elaborados momentos antes de producirse el incendio.
    Inmediatamente se personaron en el lugar bomberos de Guadalajara, Azuqueca de Henares y de la vecina localidad madrileña de Alcalá de Henares. Tras una labor encomiable lograron impedir que las espectaculares llamas llegasen a un almacén en donde se encontraban 300.000 litros de amoniaco. De haber llegado el fuego a dicho lugar hubiese producido una auténtica catástrofe.
    El fuego fue controlado tras dos horas de intenso trabajo. Las llamas y una nube de humo se observaba  desde varios puntos de Guadalajara, lo cual produjo que muchas personas de forma voluntaria se presentasen en el lugar para auxiliar tanto a los bomberos como a los trabajadores de la fábrica, un detalle que fue muy valorado por los directivos de la empresa alimenticia.
    Los daños ocasionados por el devastador incendio fueron valorados en unos 900 millones de las antiguas pesetas, lo equivalente hoy en día a cinco millones de euros. La mejor noticia fue que no hubo que lamentar daños personales y que únicamente algún bombero participante en las labores de extinción tuvo que recibir reanimación a través de oxígeno, por parte de los servicios médicos que se trasladaron al lugar del incendio. Tras varios días de limpieza de los escombros y de la suciedad provocada por las llamas, la empresa Delasa reconstruyó las dos naves, quedando normalizada la producción tanto de los helados como de los yogures.
    Posteriormente en el año 2010, la empresa Delasa decidió trasladar la producción del helado a la capital alavesa de Vitoria, ante el desconsuelo y tristeza de muchos de los trabajadores, quedando únicamente en Guadalajara la producción de yogures y productos lácteos.