Un lugar clave

24/06/2017 - 14:39 Luis Monje Ciruelo

Los que por Tamajón van a la Sierra desconocen que atraviesan un lugar clave, por lo menos para Madrid.

Los que por Tamajón van a la Sierra, bien sea hacia Valverde, disfrutarán del hermoso panorama de Almiruete, arrebujado por la frondosidad de la ladera sur del Ocejón, o se contemplarán el embalse de El Vado, si van por Majaelerayo, pero unos y otros  desconocen que atraviesan un lugar clave por lo menos para Madrid, y digo clave porque allí hay importantes obras en el subsuelo para garantizar el suministro de agua a la capital de España. Más que importante diría que es faraónica la construcción del canal del Jarama, que desde El Vado aporta diariamente 700.000 metros cúbicos al canal de Isabel II, sí, ese mismo que ha llevado ahora  a la cárcel a algunos políticos madrileños y que creó el ministro Bravo Murillo a mediados del siglo XIX para llevar agua del Lozoya a Madrid, para lo que se construyó la presa del Pontón de la Oliva en el límite con Guadalajara. A unos cincuenta metros de profundidad por debajo de la carretera que lleva a Almiruete discurre un túnel que trasvasa nueve metros cúbicos por segundo de agua del Sorbe a El Vado desde el azud de El Pozo de los Ramos, y que debajo de la Virgen de los Enebrales pasa  a cien de profundidad  . Su conexión con El Vado se realiza en una enorme cámara de descompresión abierta en las entrañas de la presa y de la montaña, a la que confluyen las aguas, lo mismo las del Sorbe que las que capta el Torreón del centro del embalse,  y descargan con violencia y espumeantes, sobre todo las segundas, para desde allí salir remansadas, por gravedad, hacia los depósitos de Torrelaguna. La torre de captación, de 69 metros de altura, que apenas sobresaldrá un metro con el embalse al máximo, tiene tres tomas dobles a distintos niveles. Se tardó en construir, trabajando día y noche, sin descanso, tan solo  cinco meses, Tiene diez metros de diámetro, con muros de cuatro metros de espesor. Desde ella, una galería, casi como la del metro, lleva el agua a la cámara de descompresión. Los obreros trabajaron para construirla casi con el agua en los talones, en algún momento solo a un metro de los andamios. A la torre se llega mediante una pasarela desde la orilla. Para darle mayor limpieza al agua del Vado, y mejor regulación del caudal del Jarama, se planificó el embalse de Matallana dentro del plan de Aprovechamiento integral del Alto Jarama aprobado en 1950, que prevé también el embalse de Bonaval, que cubrirá el monasterio, esté o no reconstruido. Ambos embalses son de capacidad semejante a El Vado.