Un millón de chinos, amenazados por las riadas tras el seísmo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Los grandes e inestables lagos surgidos tras el terremoto del 12 de mayo en la provincia china de Sichuán siguen siendo un quebradero de cabeza para autoridades y ciudadanos. Si fuera poco con los más de 68.000 fallecidos, ahora el peligro llega del agua.
El riesgo de desbordamiento y de una consiguiente nueva catástrofe natural ha obligado al Gobierno a ordenar la evacuación de 1,3 millones de personas, de cara a evitar añadir nuevas víctimas mortales a la ya larga lista de fallecidos, que superan los 68.000, y creciendo. Entretanto, Pekín también trata de paliar la dramática situación de los millones de damnificados por los temblores, y ha aceptado las ayudas económicas hasta de Taiwán para hacer frente a la crisis.
Los corrimientos de tierra por el seísmo inicial, de 7,9 grados en la escala de Richter, y sus posteriores réplicas han formado más de una treintena de lagos potencialmente peligrosos. Especialmente, a las autoridades les preocupa la situación del lago Tangjiashan, cuya acumulación de agua se encuentra en límites máximos.
Las autoridades ordenaron hoy, en consecuencia, la evacuación de hasta 1,3 millones de personas de Sichuán a través de una orden emitida por el responsable de la Oficina Central de Control y Ayuda en Terremotos de la ciudad de Miangyang, Tan Li, informó Xinhua.En base a esta orden, los residentes de localidades por debajo del lago deben marcharse a las zonas de mayor altitud determinadas por las instituciones gubernamentales. La intención es evitar que las consecuencias de la tragedia aumenten, a medida de que se incrementan las cifras de víctimas, que alcanzaron hoy los 68.858 fallecidos y los 18.618 desaparecidos. Además, la Oficina de Información del Consejo de Estado confirmó más de 366.000 heridos.
El número total de damnificados se calcula en torno a 45,55 millones, de los cuales 15,15 ya han sido reubicados, la mayoría en viviendas provisionales y tiendas de campaña.

Ayuda hasta de Taiwán
El Gobierno chino mostró desde un primer momento su disposición a aceptar la ayuda de la comunidad internacional. A las cuantiosas partidas económicas destinadas por Pekín se suma el auxilio tanto monetario como humano y material de Estados extranjeros, plan al que se añadirá próximamente Taiwán.
China manifestó hoy su satisfacción por la ayuda ofrecida por su vecino, con el que no goza de relaciones fluidas, en boca del portavoz de la Oficina china sobre Asuntos e Taiwán. Así, la zona afectada por el terremoto recibirá unos 74 millones de euros y otros donativos de trabajadores. No obstante, el Ejecutivo quiere poner especial énfasis en que esa solidaridad generalizada no se convierta en una excusa para ganar dinero a través de la picaresca y los timos. Además, publicarán los nombres de aquellas empresas que hayan comprometido donativos para las víctimas del terremoto y luego no lo hayan llevado a cabo.
El subdirector de la oficina para la gestión de desastres del Ministerio de Asuntos Civiles, Pang Chenmin, puntualizó que s establecieron “reglas claras” a este respecto. “Si no se entrega, el receptor tiene el derecho a reclamar el pago e informar a la población de la forma adecuada”, añadió.
En la misma rueda de prensa, la Cruz Roja nacional negó los “rumores” de que su asistencia se haya visto comprometida por los derroches y la corrupción, puesto que “las normas y los procedimientos a seguir se están acatando estrictamente”, aclaró un comunicado.