Violencia de género

13/10/2018 - 15:08 Pedro Villaverde Embid

Es una realidad candente y en auge en nuestra sociedad que todos queremos erradicar cueste lo que cueste.

Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaban por unanimidad de sus tres grupos parlamentarios la Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género que actualiza la normativa de 2001 y lucha contra esta lacra social que sólo en 2018 lleva ya la cifra de 39 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o antiguos compañeros sentimentales, algo increíble en un país europeo y en pleno siglo XXI.  Las muertes o lo sucesos más llamativos son los episodios que trascienden a la opinión pública pero son muchas más las agresiones que se repiten día a día en los hogares. La Memoria de la Fiscalía Provincial de Guadalajara informa de un incremento de 138 casos, en concreto de 331 a 469, de violencia doméstica y de género en el año 2017 en nuestra provincia y en el inicio del Año Judicial el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha volvía a reclamar para Guadalajara un juzgado específico para atender estos ataques a la mujer y los menores. Cada lunes, en las incidencias que llegan desde la Policía Local de Guadalajara leemos distintas agresiones, la mayor parte entre gente joven. Es una realidad candente y en auge en una sociedad en la que parece que todos, incluso hay un Pacto Nacional en el Congreso de los Diputados con acuerdo de las formaciones políticas, condenamos estos hechos y no queremos escatimar en las posibles soluciones, cueste lo que cueste.

   Esta ley regional, cuyo contenido desgranamos hoy viernes en Nueva Alcarria, contado por la directora del Instituto de la Mujer, la alcarreña, Araceli Martínez, a la cual felicitamos como parte importante de su realización, ha escuchado para redactar su articulado a asociaciones de mujeres, consejos de participación autonómico y expertos, tocando todos los palillos precisos para avanzar en el aislamiento del violento, la ayuda económica, jurídica y psicológica a las víctimas, en la estrategia hacia la consecución de la efectiva igualdad y en la mayor responsabilidad o implicación institucional en este tema para que no quede únicamente en manos de jueces y fuerzas de seguridad, cuya labor, por supuesto, es esencial y  debemos poner en valor. El viernes se celebró la patrona de la Guardia Civil que tiene una unidad especializada en estos supuestos, al igual que las policías. Acabar con la violencia en esta y en todas sus expresiones es un reto conjunto de toda la sociedad.