¿Y los Cercanías?, qué

Hace tan sólo unas semanas a los dirigentes regionales se les llenaba la boca presumiendo sobre que Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma mejor comunicada por Alta Velocidad de Europa. Todas las capitales de provincia, además de Puertollano, y, próximamente, las ciudades de Talavera de la Reina y Alcázar de San Juan cuentan o contarán con estación de AVE. Sin embargo, a Guadalajara lo del AVE le suena a cuento chino, o menor dicho, a fiasco. Después de comprobar que la línea no tendría lanzaderas hacía Madrid y que su lejana ubicación de la capital la hacía poco práctica como transporte ideal con la comunidad vecina, a los miles de guadalajareños que a diario se trasladan hasta este destino no les quedaban más alternativas, si apostaban por el transporte público, que decantarse por el Cercanías. Aunque los prometidos 24 Civis, o trenes semidirectos, que iban a constituir un puntal principal en la conexión de Guadalajara aún no han llegado, sí es cierto que en septiembre de 2008 nuestra provincia conseguía que Renfe incrementase notablemente los servicios con 25 trenes diarios más. El 70% del día se contaría con un tren cada 15 minutos, coincidiendo con las horas punta, de mañana y tarde, y las mediapunta, de mediodía, que es cuando más se necesitaba. De hecho se aumentaba el número de trenes de Cercanías convencionales entre Madrid y Guadalajara de 94 a 119, lo cual suponía un aumento del 26 por ciento. Aunque cada vez son más los usuarios, de forma unilateral y sin aviso previo, la compañía ha decidido por su cuenta y después de una Navidad más larga de lo normal, donde el horario navideño se aplicó durante 47 días seguidos, suprimir definitivamente parte de la hora semipunta. Eso implica la desaparición de servicios. Trenes más llenos o frecuencias de espera más largas son algunos de los perjuicios con los que ya se están encontrando, y sufriendo a diario, los viajeros. Potenciar el AVE será estupendo para Cuenca o Albacete, pero Guadalajara lo que necesita es una buena conexión de Cercanías, algo que parece estar quedando en el olvido a juzgar por los acontecimientos.