A los catalanes les gusta una "faraónica ciudad visigoda" que hay en Guadalajara

02/08/2022 - 15:24 FCV

El diario catalán La Vanguardia se interesa por el conjunto arqueológico emplazado en Zorita de los Canes, compuesto por los vestigios de la ciudad visigoda y la ciudad andalusí de Zorita con su alcazaba. Se trata de "una faraónica ciudad visigoda", alaba, comparándola con Altamira o Mérida. 

"Zorita de los Canes, en Guadalajara, es uno de esos lugares de nuestra geografía por los que no se pasa. Está lejos de núcleos urbanos de importancia y bien metido en eso que se ha dado en llamar Laponia española, por su baja densidad de población". Así comienza un reportaje que publica La Vanguardia, en su edición digital. Y, pese a ello, en este lugar, a priori, inverosímil, en el año 578, "un rey visigodo llamado Leovigildo decidió levantar desde cero una ciudad a la que llamó Recópolis, que acabaría convirtiéndose en un centro comercial y administrativo de primer orden".

Esta es la historia de ese tesoro arqueológico, esa Recópolis desconocida para el gran público, "que, sin embargo, está a la altura, por su relevancia histórica, de yacimientos como el de Altamira o ciudades monumentales como Mérida".

El impulsor de Recópolis fue Leovigildo -recuerda- mítico rey visigodo cuyas gestas militares y sus capacidades como gestor le llevaron a conseguir una Hispania unida bajo su mando. "Es cierto que se le resistió una franja costera en el sureste peninsular, controlada por el Imperio bizantino, pero, pese a ello, Leovigildo logró crear un reino cohesionado, redactar una moderna legislación para todos sus súbditos, derrotar a todos sus enemigos externos e internos y establecer un sistema fiscal bien engrasado", detalla La Vanguardia.

Este sistema tributario es, probablemente, lo más decisivo a la hora de afrontar la historia de Recópolis. "Porque sin un flujo constante de dinero al tesoro de Leovigildo, esta insólita ciudad habría sido un imposible, ya que, para construirla, se necesitó no solo una gran cantidad de materiales de albañilería, sino también un buen número de profesionales de la construcción y artesanos expertos cuyos salarios había que pagar".