Accem celebra 30 años trabajando con población inmigrante
En este tiempo ha ido ampliando sus servicios a menores, mayores y jóvenes y ha creado una empresa de inserción laboral.
Braulio Carlés indica que hay particulares que acogieron a refugiados ucranianos que ahora no pueden seguir atendiéndoles y acuden a ellos.
Accem celebra los 30 años de su creación y coincidiendo, además, con el Día de las personas refugiadas, el 20 de junio, lo celebra con actividades especiales para recordar y dar a conocer el trabajo que desarrolla y que a lo largo de estos años ha ido ampliando con nuevas prestaciones y servicios.
Así, esta tarde, a las 19.00 horas habrá actividades para todos los públicos en el Parque de la Constitución de Azuqueca de Henares. Mañana, martes 21, se celebrará una lectura poetizada en el parque de Santa María de Brihuega, y el viernes 24 tendrá lugar una gala cultural con coro, danza y poesía, en el salón de actos del Centro Ibercaja, a las 18.30 horas. Estas actividades se extienden a otros puntos de la región donde Accem tiene presencia.
También con motivo del 30 aniversario ha puesto en marcha una campaña denominada ‘Semillas que construyen vidas’, que simboliza “el compromiso y el trabajo que realizamos desde Accem. Es un acompañamiento y un cuidado a las personas que buscan refugio; las semillas representan ese pequeño granito de arena con el que podemos seguir trabajando para que las personas puedan construir una nueva vida en este país de acogida”, explica Aroa Clavero, trabajadora de Accem.
Estas semillas, de pensamientos de distintos colores, se pueden adquirir por tres euros en los lugares donde se van a desarrollar actividades.
Un poco de historia
Braulio Carlés, responsable territorial de Accem Castilla-La Mancha, ha recordado los orígenes de esta entidad como Asociación Comisión Católica Española de Inmigración, en junio de 1992, en Sigüenza, y ha destacado como fundamental el apoyo del obispo de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara, por aquel entonces José Sánchez, sin cuya figura “hubiera sido muy difícil, porque en aquel momento no estábamos acostumbrados a acoger ni refugiados, ni inmigrantes, habíamos dejado de ser un país de emigración para convertirnos en un país de inmigración y la ciudadanía no estaba acostumbrada a ese cambio”, ha indicado, subrayando que “Sigüenza fue un lugar pionero en torno a la acogida de refugiados” y “es hoy un referente, pero en aquellos momentos costó un poco”.
A partir del año 2000, Accem fue ampliando su actividad a otros lugares y con otros dispositivos. Como hecho importante y significativa en la historia de esta asociación destaca la acogida de kosovares en el año 99: “Aquello fue un hito dentro de la organización, y que nos dejasen el Seminario tan fácilmente para que acoger refugiados, otro”. A partir de ahí, aumentaron las plazas de 22 a 60. Recuerda que la “gente de Sigüenza han sido unos magníficos colaboradores en todo este proceso”. Años más tarde, fueron ampliando sus servicios por Guadalajara, Toledo, Albacete, Cuenca y Ciudad Real.
Aunque Accem se caracteriza por su trabajo con inmigrantes, la protección internacional, “trabajamos también con menores, con jóvenes y de forma transversal el empleo y vivienda. Y desde hace unos años la atención a mayores es también muy importante”, indica Carlés, quien detalla que “en todas las provincias tenemos centros de menores y el programa de autonomía personal con jóvenes. En Sigüenza, Guadalajara, Azuqueca, Toledo y Albacete teníamos protección internacional y ahora, con la llegada de ucranianos, también en Ciudad Real”. Destaca en este sentido la colaboración de los obispados y los ayuntamientos.
Carlés no puede decir una cifra de toda la gente que Accem ha atendido procedente de infinidad de países, pero quiere remarcar que también se atiende a españoles. “Hemos atendido a más de mil españoles porque aunque nos caracterizamos por la atención a la inmigración también trabajamos con población autóctona”, sobre todo desde que comenzó la crisis de 2008, “porque nos parecía fundamental atender a todos los que nos piden ayuda”.
Una de sus últimas incorporaciones es la empresa de inserción Savia nueva, que ha integrado en estos años a más de 150 personas. “No es fácil porque trabajamos con gente que tiene muchas dificultades para acceder al mercado laboral”, apunta.
Otro de los momentos que han marcado la historia de esta entidad ha sido la pandemia, que “marcó un antes y un después”.
Por otro lado, Braulio Carles destaca que “Accem se convierte en un factor dinamizador del territorio”, allí donde está y donde tiene dispositivos.
En total, Accem cuenta con mil plazas para inmigrantes en toda la región, otras cien para ayuda humanitaria; a esto habría que añadir el programa de menores (actualmente tiene 70 acogidos en varias provincias) y mayores. Este último se concentra en el programa ‘Yo como en casa’, que se está llevando a cabo en la provincia de Guadalajara, donde se atiende a 450 p ersonas y hay lista de espera. Además, se está estudiando ponerlo en marcha en otras provincias.
Refugiados ucranianos
En cuanto a la acogida de refugiados ucranianos, Carlés ha informado que Accem-CLM tiene 600 plazas ocupadas o que se van a ocupar (250 en Guadalajara). Y llama la atención sobre un hecho que, aunque no es frecuente, está ocurriendo: la personas que de forma extraoficial acogieron a refugiados con toda su buena voluntad, están acudiendo ahora a ellos porque no pueden continuar con esta acogida. Los motivos son varios, pero Carlés explica que es complicado por toda la carga psicológica que traen las personas que han vivido una guerra y muchos necesitan atención especializada que en casas particulares no tienen.