Afganistán extrema las medidas de seguridad de cara a la celebración de la asamblea nacional de paz
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Afganistán se prepara para comenzar una asamblea nacional de paz, o 'jirga', mientras las autoridades extreman las medidas de seguridad dirigidas por un general de la Policía afgana, Mohamad Aslam Masud, que ha afirmado que todos los preparativos están en marcha para impedir un ataque insurgente.
"Se han tomado todas las medidas necesarias y, si Dios quiere, estarán todas bien", afirmó Masud. Afganistán celebrará esta semana esta reunión de ancianos tribales en la que se debatirá el plan del presidente afgano, Hamid Karzai, para intentar la reconciliación con los talibán y otros grupos milicianos en un intento para poner fin a una guerra que se alarga ya más de nueve años.
Sin embargo, los insurgentes no asistirán y puede que intenten atentar contra los preparativos. La violencia en Afganistán está en su peor nivel desde que los talibán fueran derrocados en 2001. Hace menos de dos semanas, un terrorista suicida que conducía un coche lleno de explosivos atacó un convoy de soldados extranjeros en Kabul, terminando con la vida de doce civiles afganos y seis soldados internacionales.
Aunque los talibán no han emitido ninguna amenaza específica contra la 'jirga', los islamistas anunciaron a principios de este mes que aumentarían su ofensiva contra el Gobierno y las fuerzas afganas e internacionales así como contra los diplomáticos occidentales.
Mientras, las fuerzas afganas e internacionales no toman ningún riesgo. "Las fuerzas de seguridad afganas junto con los soldados internacionales han dividido el plan de seguridad en cuatro fases", afirmó el subdirector general de Política para la 'jirga', Najeebulah Amin.
La seguridad del propio lugar estará a cargo del departamento de Inteligencia de Afganistán y el servicio de protección personal de Karzai, creando un "círculo de seguridad interno", señaló Amin, mientras que la Policía afgana guardará las entradas y las rutas de acceso. El Ejército afgano proporcionará un cordón exterior con las fuerzas internacionales apoyando su papel.
Todas las carreteras que llevan al lugar de la 'jirga' serán bloqueados al tráfico, y no se permitirá la entrada a nadie que no lleve una tarjeta de identificación oficial y una autorización para el vehículo. A los guardaespaldas armados, también los de responsables occidentales, no se les permitirá la entrada si no cumplen las normas, señaló Amin.
La 'jirga' se celebrará dentro de una tienda grande dentro del complejo de la Universidad Politécnica de Kabul, que se encuentra al pie de una colina que proporciona un punto de ventaja para contrarrestar cualquier ataque.
La seguridad en la capital fue entregada hace casi dos años a las autoridades afganas y, aunque las fuerzas extranjeras mantienen una presencia visible dentro de la ciudad, mantienen que su presencia sólo tiene por objetivo apoyar a los afganos. "No estaremos en las calles de Kabul", afirmó un portavoz de las fuerzas de la OTAN, sargento primero Kevin Bell. "Confiamos en que los afganos puedan encargarse de la seguridad, y estamos aquí para apoyar", añadió.
Sin embargo, los insurgentes no asistirán y puede que intenten atentar contra los preparativos. La violencia en Afganistán está en su peor nivel desde que los talibán fueran derrocados en 2001. Hace menos de dos semanas, un terrorista suicida que conducía un coche lleno de explosivos atacó un convoy de soldados extranjeros en Kabul, terminando con la vida de doce civiles afganos y seis soldados internacionales.
Aunque los talibán no han emitido ninguna amenaza específica contra la 'jirga', los islamistas anunciaron a principios de este mes que aumentarían su ofensiva contra el Gobierno y las fuerzas afganas e internacionales así como contra los diplomáticos occidentales.
Mientras, las fuerzas afganas e internacionales no toman ningún riesgo. "Las fuerzas de seguridad afganas junto con los soldados internacionales han dividido el plan de seguridad en cuatro fases", afirmó el subdirector general de Política para la 'jirga', Najeebulah Amin.
La seguridad del propio lugar estará a cargo del departamento de Inteligencia de Afganistán y el servicio de protección personal de Karzai, creando un "círculo de seguridad interno", señaló Amin, mientras que la Policía afgana guardará las entradas y las rutas de acceso. El Ejército afgano proporcionará un cordón exterior con las fuerzas internacionales apoyando su papel.
Todas las carreteras que llevan al lugar de la 'jirga' serán bloqueados al tráfico, y no se permitirá la entrada a nadie que no lleve una tarjeta de identificación oficial y una autorización para el vehículo. A los guardaespaldas armados, también los de responsables occidentales, no se les permitirá la entrada si no cumplen las normas, señaló Amin.
La 'jirga' se celebrará dentro de una tienda grande dentro del complejo de la Universidad Politécnica de Kabul, que se encuentra al pie de una colina que proporciona un punto de ventaja para contrarrestar cualquier ataque.
La seguridad en la capital fue entregada hace casi dos años a las autoridades afganas y, aunque las fuerzas extranjeras mantienen una presencia visible dentro de la ciudad, mantienen que su presencia sólo tiene por objetivo apoyar a los afganos. "No estaremos en las calles de Kabul", afirmó un portavoz de las fuerzas de la OTAN, sargento primero Kevin Bell. "Confiamos en que los afganos puedan encargarse de la seguridad, y estamos aquí para apoyar", añadió.