Ahmadineyad anuncia el aplazamiento de las negociaciones nucleares

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
IRÁN
El banco central de EAU ordena a los bancos emiratíes que congelen 41 cuentas vinculadas a Irán
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, anunció ayer que su Gobierno está dispuesto a volver a la mesa de negociaciones sobre su controvertido programa nuclear, pero precisó que las conversaciones se aplazarán varias semanas como “castigo” por las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
En rueda de prensa, el mandatario indicó que las negociaciones no se reanudarán antes de la segunda mitad del sagrado del Ramadán, a finales de agosto.
“Es un castigo para que aprendan la lección de cómo se debe dialogar con otras naciones”, declaró. Mientras, el banco central de Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha ordenado a los bancos emiratíes que congelen 41 cuentas vinculadas a Irán, según informó ayer lunes la prensa del país árabe.
“El banco central de EAU ha pedido a todas las instituciones financieras (...) que congelen 41 cuentas y detengan los envíos en nombre de entidades e individuos mencionados por el Consejo de Seguridad de la ONU” en la resolución de sanciones del 9 de junio, puede leerse en el Emirates Business. La lista del Consejo señala a tres compañías controladas por el Gobierno de Irán y otras 15 que pertenecen a la Guardia Revolucionaria. Además se contempla un embargo sobre el tráfico de armas.

La semana pasada el rotativo Gulf News citó fuentes oficiales según las cuales los siete emiratos que conforman EAU estaban “apretando la soga” a compañías que, según el Consejo de Seguridad de la ONU, actúan en beneficio del programa nuclear iraní. Teherán y Abu Dabi mantienen importantes lazos históricos y económicos.
De hecho, decenas de miles de iraníes viven y desarrollan sus negocios en Dubai y otros emiratos. Estados Unidos está preocupado por dichas relaciones pese a ser aliado de EAU. El estadounidense Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional apuntó el año pasado a la necesidad de que los países de “interés de tránsito” comercial, como EAU, tomen medidas para que Irán no adquiera los materiales necesarios para su programa nuclear.