Al menos 20 muertos por un choque de trenes en Bruselas
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Ayer tuvo lugar un choque frontal entre dos trenes en una provincia al sur de Bélgica que provocó al menos una veintena de muertos y dejó más de la mitad de los pasajeros heridos, con más de 150 personas que tuvieron que ser atendidas tras el accidente.
Una colisión frontal entre dos trenes en la localidad flamenca de Halle, en la periferia de Bruselas, dejó ayer lunes al menos 20 muertos, según informaron las autoridades belgas y la cadena de televisión VRT, que han advertido de que la cifra puede aumentar significativamente porque los equipos de rescate siguen buscando víctimas entre los restos de los vagones siniestrados.
El accidente se produjo en torno a las 8,30 horas, según informó la compañía de ferrocarriles belga SNCB. Halle se encuentra a unos 15 kilómetros al sur de Bruselas. Un total de 55 heridos han sido evacuados a catorce hospitales, incluidos una veintena de carácter grave, algunos de ellos en estado crítico. Los heridos más graves fueron atendidos en el lugar del accidente antes de ser trasladados a distintos centros hospitalarios, mientras que los de menor gravedad fueron derivados a un centro deportivo cercano.
El número de personas que fueron atendidas tras el accidente supera los 150, según cálculos de la compañía ferroviaria, que estima que la mitad de los 300 pasajeros de los trenes sufrieron heridas leves o presentaron cuadros de ansiedad o nervios. Con todo la afluencia de pasajeros era menor de la habitual en hora punta debido a que esta semana muchos escolares disfrutan de vacaciones.
Las autoridades han abierto una investigación para aclarar las circunstancias del accidente. El gobernador de la provincia del Brabante flamenco, Lodewejk de Witte, apuntó que uno de los dos trenes probablemente no respetó un semáforo en rojo y provocó la colisión frontal con el segundo convoy.
Un tercer tren se vio indirectamente implicado, al evitar la colisión pero recibir el impacto de partes que se deprendieron de los otros dos trenes. Ninguno de sus ocupantes sufrió heridas.
La investigación sigue abierta y desde la SNCB y el ministerio de Empresas Públicas pidieron prudencia y evitaron pronunciarse sobre las causas del accidente. Además de la hipótesis del error humano también se barajan otras como un fallo eléctrico en la señalización o que uno de los trenes ocupara la vía que no le correspondía.
El accidente provocó la interrupción del tráfico ferroviario entre Francia y Bélgica desde las 9,00 horas de la mañana y permanecerá cortado durante toda la jornada, según un comunicado de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia, SNCF. Así, los Thalys que unen París con Bruselas no circularán durante todo el día. El servicio de Eurostar que une la capital europea con Londres también se suspendió ayer.
Jornada negra
Entretanto, el rey Alberto II de Bélgica y el primer ministro belga, Yves Leterme, acudieron a la zona del siniestro tras haber cancelado sus respectivas agendas, que les matenían fuera del país. El primer ministro belga, Yves Leterme, lamentó ayer la jornada negra que vive el país después de la tragedia. Es una jornada negra para toda Bélgica. Lo que ha sucedido es algo horrible, dijo en rueda de prensa después de visitar el lugar del accidente. Leterme tuvo palabras de simpatía y solidaridad con aquellos que sufren por lo sucedido esta mañana.
En este contexto, Cruz Roja hizo un llamamiento durantela tarde de ayer para pedir a todos los donantes de sangre que acudan al centro de transfusión más cercano, hoy y en los próximos días. En un comunicado, la organización explicó que la llegada de heridos ha hecho aumentar de manera importante la demanda de sangre.
El accidente se produjo en torno a las 8,30 horas, según informó la compañía de ferrocarriles belga SNCB. Halle se encuentra a unos 15 kilómetros al sur de Bruselas. Un total de 55 heridos han sido evacuados a catorce hospitales, incluidos una veintena de carácter grave, algunos de ellos en estado crítico. Los heridos más graves fueron atendidos en el lugar del accidente antes de ser trasladados a distintos centros hospitalarios, mientras que los de menor gravedad fueron derivados a un centro deportivo cercano.
El número de personas que fueron atendidas tras el accidente supera los 150, según cálculos de la compañía ferroviaria, que estima que la mitad de los 300 pasajeros de los trenes sufrieron heridas leves o presentaron cuadros de ansiedad o nervios. Con todo la afluencia de pasajeros era menor de la habitual en hora punta debido a que esta semana muchos escolares disfrutan de vacaciones.
Las autoridades han abierto una investigación para aclarar las circunstancias del accidente. El gobernador de la provincia del Brabante flamenco, Lodewejk de Witte, apuntó que uno de los dos trenes probablemente no respetó un semáforo en rojo y provocó la colisión frontal con el segundo convoy.
Un tercer tren se vio indirectamente implicado, al evitar la colisión pero recibir el impacto de partes que se deprendieron de los otros dos trenes. Ninguno de sus ocupantes sufrió heridas.
La investigación sigue abierta y desde la SNCB y el ministerio de Empresas Públicas pidieron prudencia y evitaron pronunciarse sobre las causas del accidente. Además de la hipótesis del error humano también se barajan otras como un fallo eléctrico en la señalización o que uno de los trenes ocupara la vía que no le correspondía.
El accidente provocó la interrupción del tráfico ferroviario entre Francia y Bélgica desde las 9,00 horas de la mañana y permanecerá cortado durante toda la jornada, según un comunicado de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia, SNCF. Así, los Thalys que unen París con Bruselas no circularán durante todo el día. El servicio de Eurostar que une la capital europea con Londres también se suspendió ayer.
Jornada negra
Entretanto, el rey Alberto II de Bélgica y el primer ministro belga, Yves Leterme, acudieron a la zona del siniestro tras haber cancelado sus respectivas agendas, que les matenían fuera del país. El primer ministro belga, Yves Leterme, lamentó ayer la jornada negra que vive el país después de la tragedia. Es una jornada negra para toda Bélgica. Lo que ha sucedido es algo horrible, dijo en rueda de prensa después de visitar el lugar del accidente. Leterme tuvo palabras de simpatía y solidaridad con aquellos que sufren por lo sucedido esta mañana.
En este contexto, Cruz Roja hizo un llamamiento durantela tarde de ayer para pedir a todos los donantes de sangre que acudan al centro de transfusión más cercano, hoy y en los próximos días. En un comunicado, la organización explicó que la llegada de heridos ha hecho aumentar de manera importante la demanda de sangre.