Álex de la Iglesia: España sigue siendo un circo, aunque han cambiado los payasos
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El director y presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, afronta su película más intestinal, Balada triste de trompeta, una tragedia grotesca de terror cómico, como él mismo la definió durante un descanso del rodaje. Payasos asesinos, televisión y terrorismo se entremezclan en esta cinta, que parte en la Guerra Civil para después plasmar los últimos años del franquismo. Una película poco típica en la que de la Iglesia despliega todo su talento para contar historias, lo que mejor sabe hacer.
Como en los años 70, España sigue siendo un circo, aunque han cambiado los payasos, destacó el director bilbaíno que acompañado de los actores Carlos Areces y Carolina Bang, rueda en el Parque de Atracciones de Madrid una secuencia de enamoramiento clásico para su último filme. Balada triste de trompeta es, apuntó, una historia de amor, en la que no faltarán ingredientes de terror, Guerra Civil, tragedia y, sobre todo, mucho humor.
Tiene mucho de otra películas, afirmó el director en un descanso del rodaje, apuntando que en el filme ha plasmado sus obsesiones. Tiene mucho que ver con 800 balas, Perdita Durango o Los crímenes de Oxford, explicó De la Iglesia, que inició el rodaje el día 18 de enero y el viernes pasado grababa una de las escenas más espectaculares del filme: la recreación del atentado de Carrero Blanco.
Precisamente en esos años se centra Balada triste de trompeta, una película protagonizada por Areces, en el papel de Javier, un hombre débil, poca cosa, con papada, que nunca conseguirá la felicidad plena; Antonio de la Torre como Sergio, el más gracioso siempre, aunque simple y violento; y Bang (Natalia) la chica dulce e inocente, pero no tanto que enamorará a los dos payasos.
Su alter ego
El papel de Javier, que encarna Areces, es el alter ego de De la Iglesia. Es una visión grotesca de mí mismo, apuntó el director, mientras que Bang encarna la inocencia, con una carga de sexualidad brutal y excitante.
En los años 70, en España reinaba el caos y la locura. La película habla de esto: el año del atentado a Carrero Blanco España era un circo, sigue siéndolo, pero han cambiado los payasos, afirmó De la Iglesia, sobre unos años en los que todo estaba a flor de piel. Todo se vivía con intensidad, era extremo y exagerado. No había medias tintas, opinó, agregando que España se definió en esos años.
No obstante, consideró que es imposible hacer parodia de la política en España. Mi carácter se forma en esos años, prosiguió de la Iglesia. Nacido en 1965, rinde tributo en esta película especial a la gente de su generación, que veía a los payasos de la tele y luego, a continuación, veía un atentado. Acontecimientos históricos se mezclarán con la locura de la película, en un país que vivía su propia locura.
Tiene mucho de otra películas, afirmó el director en un descanso del rodaje, apuntando que en el filme ha plasmado sus obsesiones. Tiene mucho que ver con 800 balas, Perdita Durango o Los crímenes de Oxford, explicó De la Iglesia, que inició el rodaje el día 18 de enero y el viernes pasado grababa una de las escenas más espectaculares del filme: la recreación del atentado de Carrero Blanco.
Precisamente en esos años se centra Balada triste de trompeta, una película protagonizada por Areces, en el papel de Javier, un hombre débil, poca cosa, con papada, que nunca conseguirá la felicidad plena; Antonio de la Torre como Sergio, el más gracioso siempre, aunque simple y violento; y Bang (Natalia) la chica dulce e inocente, pero no tanto que enamorará a los dos payasos.
Su alter ego
El papel de Javier, que encarna Areces, es el alter ego de De la Iglesia. Es una visión grotesca de mí mismo, apuntó el director, mientras que Bang encarna la inocencia, con una carga de sexualidad brutal y excitante.
En los años 70, en España reinaba el caos y la locura. La película habla de esto: el año del atentado a Carrero Blanco España era un circo, sigue siéndolo, pero han cambiado los payasos, afirmó De la Iglesia, sobre unos años en los que todo estaba a flor de piel. Todo se vivía con intensidad, era extremo y exagerado. No había medias tintas, opinó, agregando que España se definió en esos años.
No obstante, consideró que es imposible hacer parodia de la política en España. Mi carácter se forma en esos años, prosiguió de la Iglesia. Nacido en 1965, rinde tributo en esta película especial a la gente de su generación, que veía a los payasos de la tele y luego, a continuación, veía un atentado. Acontecimientos históricos se mezclarán con la locura de la película, en un país que vivía su propia locura.