Ángel Facio lleva a escena la obra ‘El Balcón’

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Han tenido que pasar 35 años para que el director de escena Ángel Facio haya podido llevar a escena El Balcón, de Jean Genet, uno de sus autores de cabecera. “Una crítica de las imágenes del poder”, que permanecerá en las Naves del Español hasta el 9 de mayo.
“En mi opinión ésta es la obra más importante y definitiva de Genet”, dijo Facio sobre esta función que se estrenó en Berlín en 1959 y un año más tarde en Nueva York. En España, el texto ha sido poco representado (Lluís Pasqual la llevó al escenario del Teatre Lliure de Barcelona en 1980) y eso se debe, según Facio, a que es “una obra cara, que requiere 18 actores y posee una escenografía compleja, algo que sólo podía acometer un teatro público”.

Al parecer, al director de escena, que persigue este texto desde 1974, siempre le aseguraban que era una obra “inoportuna políticamente”. “Ahora parece que esto ya no es así”, manifestó. El Balcón se desarrolla en un burdel de lujo donde los tipos más vulgares van a materializar sus fantasías más secretas. “Es un burdel un poco metafísico, ya que junto a la acción erótica se incorporan los sueños de cada uno de los clientes”, explicó el director de escena para quien este texto “significa la vacuidad del poder mientras en la calle se está produciendo una revolución”.

Facio es también el responsable de la versión de esta obra de Genet (autor de Las criadas, Diario de un ladrón o Un cautivo enamorado). En realidad es la sexta versión que realiza de El Balcón después de haber indagado y analizado las tres diferentes que hizo el propio autor. “Es preciso meterse en ellas y peinar mucho”, aseguró.

En este sentido, Ángel Facio señaló que ha prescindido de la escena de los revolucionarios, “un cuadro que despista al espectador del asunto central de la obra, que es el discurso sobre el poder”, argumentó. Sin embargo, el director de escena no ha querido dejar de lado dos personajes esenciales que aparecen en esa escena: Chantal (interpretado por Nadia Domenech) y que constituye “el símbolo de la revolución” y “un chico, que el al final se castra, y que es el cabecilla revolucionario”, dijo.

Ambos resultan esenciales para Facio, en cuya versión aparecen formando parte de “un discurso con fragmentos de publicaciones anarquistas de principios del siglo XX, lo que hace que la función cobre sentido”, afirmó. La compleja escenografía que requiere esta obra es obra de Nicolás Bueno y se desarrolla en tres planos diferentes: Las habitaciones de Madame Irma (Yolanda Ulloa), los cuartitos de los salones donde tienen lugar las sesiones de los clientes y, finalmente, el teatro en sí mismo, que se convierte en el espacio de los revolucionarios. La ambientación de esta pieza es modernista y la acción se ha situado en la Baviera de 1920, durante la Revolución Espartaquista.

Fernando Sansegundo, que interpreta el papel de Don Jorge, puso de relieve lo pertinente de llevar a escena esta obra de Genet justamente cuando hoy “más que la imagen del poder lo que impera es el poder de la imagen. No hay mayor victoria del poder que hacer risible algo. Antes, la gente hacía revoluciones por hambre. Ahora habría que hacerlas por otras cosas”, apostilló el actor. Ricardo Moya encarna al Chambelán “una mezcla del hombre sonriente de Henning Mankell y el señor lobo de Tarantino”, explicó el actor.