Armuña hace historia con un doble encierro

31/10/2010 - 00:00 Sergio Lafuente

alt
La localidad de Armuña de Tajuña albergó el sábado dos encierros en horario matinal y vespertino, con la suelta de seis novillos en cada uno de ellos de la ganadería local de Felipe Gómez Espada. Miles de aficionados de Guadalajara y de las provincias limítrofes colapsaron los accesos al municipio para vivir un acontecimiento sin precedentes en el que las carreras se vivieron con gran emoción.
El empresario baraja la idea de volver a repetir esta iniciativa antes de terminar el año
Amenazó la meteorología con tiempo desapacible durante toda la jornada, pero ni siquiera la lluvia lastró un acontecimiento sin precedentes en la provincia y en el territorio nacional. La localidad de Armuña de Tajuña celebró ayer dos encierros camperos en el mismo día con la suelta de doce novillos de la ganadería local de Valdosancho-propiedad de Felipe Gómez Espada- repartidos en las sueltas de la mañana y la tarde, respectivamente. Miles y miles de personas arribaron en Armuña desde los más variados puntos de la geografía provincial y también desde Madrid, Salamanca, Segovia y Toledo, llegando incluso a colapsar las entradas al municipio. El paisaje se pobló con corredores a pie, alrededor de doscientes jinetes a caballo, según las estimaciones, y también muchos aficionados con vehículos a la búsqueda de los astados. Sendas carreras se abrieron a las 10, 30 y a las 15,30 horas con una expectación máxima, que tras el sonido de los cohetes se tornó en algarabía para vivir la emoción de los seis astados que, desde la plaza de toros, fueron conducidos cuesta abajo por la calle de la Iglesia hacia la antigua carretera de Aranzueque. Colaboró el ganado y de hecho, de los doce novillos, hubo diez que ofrecieron movilidad y un notable juego, llegando a protagonizar importantes arrancadas y momentos de emoción. Del encierro matinal destacó el número 94 y en la carrera vespertina un astado cárdeno de gran temperamento, herrado con el número 75. Afortunadamente, no hubo que reseñar heridos salvo el varetazo inferido al corredor Pablo García, de Romanones, y tres cornadas sufridas por otros tantos caballos que participaron de los encierros. Precisamente, uno de los equinos corneados fue el que montaba el matador de toros de Alcalá de Henares, Matías Tejela, que sufrió el derrote del pitón apenas unos minutos después de comenzar el encierro. Se respetó en líneas generales la organización, aunque la mayor afluencia de público a partir del mediodía provocó una menor limpieza en la carrera de la tarde. Al habla con el ganadero protagonista, Felipe Gómez Espada, al cierre de la jornada manifestaba: “Ha sido un éxito total. Algunas estimaciones hablan de más de veinte mil personas y el ambiente en el pueblo ha sido tremendo”. Sobre la idea de repetir la experiencia el próximo año, señala: “seguramente volveremos a hacerlo, e incluso no descarto que hagamos otro encierro similar a este antes de acabar el año”.