Así es Búsquedas Activas, un grupo que ha logrado encontrar a más de 1.000 mascotas perdidas
Desde Madrid, Toledo, Guadalajara y Ciudad Real, logran el retorno de cientos de animales sin ayuda institucional y gracias a las redes
Búsquedas Activas, a quien le ponen cara Marisa Méndez y Aránzazu Montes pero que atesora una estructura que va mucho más allá y trasciende fronteras desde Madrid hasta Castilla-La Mancha, es un colectivo que desde marzo de 2021 ha conseguido gracias a la solidaridad y las redes sociales enseñar el camino de vuelta a casa a 1.081 perros y gatos perdidos sin ningún tipo de apoyo institucional.
El punto de partida se sitúa en marzo de 2021, cuando Brutus se perdió en Madrid tras una explosión por una fuga de gas en un edificio de la calle Toledo. Cuatro días después apareció en un descampado de Delicias.
En la batida para su búsqueda se originó espontáneamente un grupo de WhatsApp en el que participaba Marisa Méndez: "A raíz de ese caso creé nuestro primer grupo y comenzamos a difundir los avisos de personas que pedían ayuda por redes sociales para encontrar a sus perros perdidos", relata a Europa Press para explicar el origen de Búsquedas Activas.
El grupo de mensajería instantánea creció de tal manera que fue necesario aumentar los grupos dividiéndolos por zonas geográficas, con Madrid como epicentro pero con un radio de acción que se extendió primero a toda la comunidad y posteriormente a las provincias limítrofes, llegando a Guadalajara y Toledo, y más allá, a Ciudad Real. Los avisos comenzaron asimismo a dar cabida también a gatos perdidos. "No sabemos decir que no...", apunta la creadora del colectivo.
Tras estos primeros pasos y tras aglutinar miles de seguidores en la web y en todas sus redes sociales (Facebook, X, TikTok e Instagram), la comunidad no ha parado de crecer, de forma que a cada mascota que se pierde cuenta con un altavoz gigante para dar la voz de alarma, la esencia de Búsquedas Activas: "Tener más ojos en más lugares".
CÓMO SE PIERDEN, CÓMO SE BUSCAN
Marisa Méndez y Aránzazu Montes, portavoces de Búsquedas Activas, hablan con Europa Press de su colectivo, y de cómo a través de su experiencia en rescates se produce la pérdida, la búsqueda, el hallazgo y el rescate de las mascotas que día a día pierden el rumbo por accidente.
Lo usual es que el colectivo sea quien contacta con las familias cuando se enteran de un caso de un animal perdido, un camino que puede transitarse de forma inversa por creciente proyección. Una vez activados los protocolos, se recaba información sobre cómo se ha perdido el animal, punto en el que solicitan a las familias datos relevantes, desde el carácter del desaparecido, lo asustadizo o no, si tiene chip y si los datos están actualizados.
Tanto Marisa como Aránzazu están de acuerdo en que "las primeras horas son cruciales" e insisten en que "por lo general lo que más funciona es pegar carteles físicos por la calle".
"De entrada tienes que poner 100 carteles para que la gente se entere de que tienes un animal perdido", añaden, indicando que la publicación en redes sociales es también muy importante, si bien el cartel físico "lleva a pistas más inmediatas".
Tras estas primeras acciones se pulsa el botón para activar su potente red de apoyo a través de sus grupos de WhatsApp, primero en el creado a raíz de la zonificación de la actividad y después en un grupo particular creado 'ad hoc' para la búsqueda del animal sobre el terreno.
Con esa premisa, se crea un enlace para acceder al grupo de cada animal perdido y se publica junto al cartel en las redes sociales, además de generar un código QR en los carteles que se pegan por la calle.
En el caso de los perros, hay un alto porcentaje de animales perdidos que están recién adoptados. Por ello, insisten en que las protectoras, al propiciar una adopción, deben de dar una serie de pautas, y también "la gente tiene que cumplirlas".
CÓMO PREVENIRLOS
Antes de un desenlace que implique una desaparición, se pueden emplear medidas y utilizar herramientas preventivas. Así, para perros asustadizos o escapistas, el arnés de tres puntos y la correa multiposición "son fundamentales". Recalcan además que "en ningún caso" hay que usar correas extensibles, ya que cuando el perro se escapa "el mismo ruido que va haciendo la correa en el suelo, le hace correr más".
Tanto Marisa como Aránzazu aseguran que "es importante que cada uno conozca a sus perros" y tenga conciencia de "lo que puede llegar a sufrir" dependiendo del escenario, por ejemplo, un perro que proviene del campo y va a vivir en una ciudad.
En este punto, también es importante comprender que el animal tiene un vínculo con una persona y siempre "se va a comportar de manera distinta con otros individuos".
Acentúan igualmente la necesidad de prever las consecuencias de que un animal se enfrente a la pirotecnia: "Tenemos muchísimos problemas con esto", aseveran, indicando que, por ejemplo, en el mes de diciembre se eleva el número de casos.
Una de las cuestiones en las que hacen más hincapié es en la importancia del chip y de actualizar siempre los datos; agregando que es esencial que las familias tengan en cuenta que una vez perdido, la sociabilidad del animal no es un síntoma de que vaya a aparecer antes: "Cuando se pierden los animales están en shock y en ocasiones no reconocen a su propia familia".
No solo los que ladran encuentran altavoz en Búsquedas Activas, ya que en el caso de pérdida de gatos se activan los mismos protocolos, si bien los que maúllan "suelen encontrarse cerca" de sus domicilios una vez perdidos. En este punto insisten en la importancia de la colocación de protecciones en puertas y ventanas.
RECLAMAN PROTOCOLOS DE IDENTIFICACIÓN
Aunque desde que entraron en acción han conseguido una alta tasa de retorno, --de 1.881 animales buscados han regresado a casa 1.025--, la otra cara de la moneda son los perros que no sobreviven y pierden la vida en alguna circunstancia durante su desaparición, muchos de ellos por atropellos en vías de tren o carreteras.
En el caso de Castilla-La Mancha, otro de los peligros detectados para los perros son las balsas de agua, que se convierten en trampas mortales.
Ante el alto número de perros atropellados o ahogados, desde Búsquedas Activas reivindican un protocolo de identificación y posterior aviso a las familias por parte de la Administración.
La ausencia de iniciativas institucionales en este sentido es un problema añadido. En los atropellos en vías de tren, hay ocasiones en las que no se puede acceder a por los cadáveres para su identificación; mientras que en los atropellos en carretera, es habitual enterrar a los animales en la cuneta "sin leerles el chip".
Destacan el ejemplo de un perro perdido en un pueblo de Toledo al que su familia no dejó de buscar. No tuvieron noticias del can hasta que llegó una reclamación de responsabilidad civil por un accidente provocado por el animal el mismo día de su desaparición.
En este caso el perro sí fue identificado con el lector de chip, "pero para acusar al titular" de que había causado un accidente y no para avisar del fallecimiento del animal a una familia "que no paró de buscarle en dos meses". La Guardia Civil les dijo: 'Podemos enseñaros dónde lo enterramos'.
Además de la implementación de lectores de chip en las patrullas de carreteras y que se traslade aviso cuando aparezca un cadáver, otra de las propuestas es la creación de una base de datos online donde la gente pueda tener acceso a los animales que han sido encontrados.
"UN PERRO SOLO ESTÁ PERDIDO CUANDO SE LE DEJA DE BUSCAR"
Desde Búsquedas Activas animan a no desistir en la búsqueda de los animales perdidos. "Un perro solo está perdido cuando se le deja de buscar", señalan, relatando casos como el de un perro que regresó al jardín de su casa de acogida tras recorrer 60 kilómetros para sentarse a esperar al dueño en una hamaca del jardín.