Barcelona recibe su primer barco con agua de Tarragona
01/10/2010 - 09:45
Por: NATALIA ARAGUÁS. COLPISA
El buque aljibe salió a las cuatro de la madrugada del puerto de Tarragona cargado con 19.000 metros cúbicos de agua potable, el equivalente al consumo diario de 170.000 personas. El preciado líquido procede de los pozos de Tarragona y de momento servirá para comprobar el correcto funcionamiento de la instalación, según explicó la consejería de Medio Ambiente.
No será el único barco que traiga agua esta semana a la capital catalana: en dos días llegará otro desde Marsella (Francia).
El 15 de mayo atracará en el puerto de Barcelona un segundo buque, cuya agua ya se utilizará para el suministro. Durante la segunda quincena de mayo se prevé que entren en funcionamiento los seis barcos que cubrirán las rutas que enlazan Tarragona, el puerto de Marsella y el de Lavéra con Barcelona. A finales de mes, estos aljibes flotantes inyectarán al sistema Ter-Llobregat 1.66 hectómetros cúbicos de agua al mes, una aportación que representa el 6% del consumo de los 55 millones de habitantes del área metropolitana.
La ruta entre los puertos de Tarragona y Barcelona la cubrirá, junto con el Sichem Defender, un segundo barco, el Sichem Contester. Entre ambos, realizarán 35 viajes mensuales y aportarán 665.00 metros cúbicos. Por su parte, las embarcaciones Norient Solar y Stolt Courage traerán el agua que suministrará la Societé des Eaux de Marseille, unos 551.700 metros cúbicos mensuales distribuidos en 17 viajes. Los barcos Doroussa y Conti Agulhas transportarán el agua prepotable de la Société du Canal de Provence, unos 442.500 metros cúbicos, en 11 viajes al mes.
El agua que llegue a Barcelona a través de este sistema tendrá total garantía sanitaria, subrayó la Agencia Catalana del Agua (ACA). Su director del área de inspección y control, Josep Maria Obis, explicó que todo el líquido estará sometido a cuatro controles de calidad: uno en la fuente de origen, otro dentro del barco, un tercero en el puerto de Barcelona y un último mientras se realiza la descarga. Aunque algunos de los buques hayan sido utilizados para transportar productos químicos, se ha realizado una limpieza a conciencia para que el agua pueda beberse con total garantía.
Traer agua a Barcelona a través de estos barcos costará al gobierno catalán 22 millones de euros al mes. Un elevado precio que no obstante supone un ahorro de 1,1 millones de euros mensuales sobre el coste total gracias a las propuestas planteadas por la Generalitat en la negociación con el Estado, apuntaron los portavoces.
El 15 de mayo atracará en el puerto de Barcelona un segundo buque, cuya agua ya se utilizará para el suministro. Durante la segunda quincena de mayo se prevé que entren en funcionamiento los seis barcos que cubrirán las rutas que enlazan Tarragona, el puerto de Marsella y el de Lavéra con Barcelona. A finales de mes, estos aljibes flotantes inyectarán al sistema Ter-Llobregat 1.66 hectómetros cúbicos de agua al mes, una aportación que representa el 6% del consumo de los 55 millones de habitantes del área metropolitana.
La ruta entre los puertos de Tarragona y Barcelona la cubrirá, junto con el Sichem Defender, un segundo barco, el Sichem Contester. Entre ambos, realizarán 35 viajes mensuales y aportarán 665.00 metros cúbicos. Por su parte, las embarcaciones Norient Solar y Stolt Courage traerán el agua que suministrará la Societé des Eaux de Marseille, unos 551.700 metros cúbicos mensuales distribuidos en 17 viajes. Los barcos Doroussa y Conti Agulhas transportarán el agua prepotable de la Société du Canal de Provence, unos 442.500 metros cúbicos, en 11 viajes al mes.
El agua que llegue a Barcelona a través de este sistema tendrá total garantía sanitaria, subrayó la Agencia Catalana del Agua (ACA). Su director del área de inspección y control, Josep Maria Obis, explicó que todo el líquido estará sometido a cuatro controles de calidad: uno en la fuente de origen, otro dentro del barco, un tercero en el puerto de Barcelona y un último mientras se realiza la descarga. Aunque algunos de los buques hayan sido utilizados para transportar productos químicos, se ha realizado una limpieza a conciencia para que el agua pueda beberse con total garantía.
Traer agua a Barcelona a través de estos barcos costará al gobierno catalán 22 millones de euros al mes. Un elevado precio que no obstante supone un ahorro de 1,1 millones de euros mensuales sobre el coste total gracias a las propuestas planteadas por la Generalitat en la negociación con el Estado, apuntaron los portavoces.