Borja-Villel denuncia la rigidez del Reina Sofía
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El director de Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, denunció ayer la rigidez de la estructura del Reina Sofía, que es cien por cien administrativa e impide convertir al museo en un centro de arte del siglo XXI.
Para solucionar este anquilosamiento, Borja-Villel anunció que este centro de arte será uno de los primeros organismos en convertirse este año en Agencia Estatal, para dotar al museo de la agilidad y flexibilidad necesarias. Estamos los primeros de la lista para convertirnos en Agencia Estatal, anunció Borja-Villel en el auditorio del Museo del Prado, tras pronunciar una conferencia titulada, La rebelión del público, que se inscribe en el marco del curso El museo real, imaginario y virtual. La enseñanza del arte, nuevos métodos y técnicas, de los Cursos de Verano de El Escorial.
De cara al futuro, el director del Reina abogó por inventar cosas nuevas dentro del sector artístico y romper con el modelo comercial del museo contemporáneo, en que sólo importa las audiencias, denunció Borja-Villel.
Hay muchas cosas raras
En este sentido y ante las preguntas de los alumnos sobre la modernización del Museo, Borja-Villel aseguró que en el Reina Sofía hay cosas muy raras que no cambian por razones absurdas. Como ejemplo, señaló que en el Museo sólo le dejan tener a una persona para elaborar la página web y sin embargo, hay tres electricistas que no trabajan porque sus objetivos han cambiado, indicó con ironía. El director del Reina Sofía centró su conferencia sobre La rebelión del público en la necesidad de cambiar las estructuras museísticas y sus colecciones, repletas de nombres y de etiquetas, y sin embargo, carentes de investigación. En esta misma línea, indicó que en España había dinero para construir museos pero no para ultimar su funcionamiento en línea con la especulación que ha primado en la sociedad. Si se especula en la sociedad ¿por qué no especular en los museos?, se preguntó. Preguntado sobre qué cuadro se llevaría del Museo del Prado, Borja-Villel bromeó que más allá de las pinturas negras se llevaría alguna obra de Velázquez, pero ya en tono serio subrayó que lo que sí sería factible es compartir experiencias con el Prado y eso no lo hacemos, advirtió. Aunque es importante que cada museo tenga su identidad, agregó.Entre las propuestas para el futuro, el responsable del Reina Sofía sugirió utilizar el arte como rebelión y resaltó la capacidad de la cultura de hacernos más libres y más humanos, en estos momentos en los que el mundo occidental se sumerge en una crisis profunda.
Para conseguir este futura rebelión, Borja-Villel implantará en el Reina Sofía un nuevo programa educativo que dote al espectador de las herramientas para ser un agente activo y aseguró que los Museos deben estar repletos de obras que te hagan cuestionar lo ya conocido.
Asimismo, anunció que convertirá los actuales almacenes del edificio Sabatini en espacios para la discusión o el debate y crear otro tipo de experiencias. Las mejores obras son aquellas que te rompen y que te hacen ver que la obra de arte no es una mera ilustración, concluyó.
De cara al futuro, el director del Reina abogó por inventar cosas nuevas dentro del sector artístico y romper con el modelo comercial del museo contemporáneo, en que sólo importa las audiencias, denunció Borja-Villel.
Hay muchas cosas raras
En este sentido y ante las preguntas de los alumnos sobre la modernización del Museo, Borja-Villel aseguró que en el Reina Sofía hay cosas muy raras que no cambian por razones absurdas. Como ejemplo, señaló que en el Museo sólo le dejan tener a una persona para elaborar la página web y sin embargo, hay tres electricistas que no trabajan porque sus objetivos han cambiado, indicó con ironía. El director del Reina Sofía centró su conferencia sobre La rebelión del público en la necesidad de cambiar las estructuras museísticas y sus colecciones, repletas de nombres y de etiquetas, y sin embargo, carentes de investigación. En esta misma línea, indicó que en España había dinero para construir museos pero no para ultimar su funcionamiento en línea con la especulación que ha primado en la sociedad. Si se especula en la sociedad ¿por qué no especular en los museos?, se preguntó. Preguntado sobre qué cuadro se llevaría del Museo del Prado, Borja-Villel bromeó que más allá de las pinturas negras se llevaría alguna obra de Velázquez, pero ya en tono serio subrayó que lo que sí sería factible es compartir experiencias con el Prado y eso no lo hacemos, advirtió. Aunque es importante que cada museo tenga su identidad, agregó.Entre las propuestas para el futuro, el responsable del Reina Sofía sugirió utilizar el arte como rebelión y resaltó la capacidad de la cultura de hacernos más libres y más humanos, en estos momentos en los que el mundo occidental se sumerge en una crisis profunda.
Para conseguir este futura rebelión, Borja-Villel implantará en el Reina Sofía un nuevo programa educativo que dote al espectador de las herramientas para ser un agente activo y aseguró que los Museos deben estar repletos de obras que te hagan cuestionar lo ya conocido.
Asimismo, anunció que convertirá los actuales almacenes del edificio Sabatini en espacios para la discusión o el debate y crear otro tipo de experiencias. Las mejores obras son aquellas que te rompen y que te hacen ver que la obra de arte no es una mera ilustración, concluyó.